LEGISLACIÓN URBANA EN MÉXICO A
PARTIR DE LA SEGUNDA
CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS
LEGISLACIÓN NACIONAL
El 23 de mayo de 1996, se publicó en el Diario
Oficial de la Federación el Decreto de Ley de los Sistemas de Ahorro
para el Retiro y de Reformas y Adiciones a las leyes General de
Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros; para Regular las
Agrupaciones Financieras; de Instituciones de Crédito; del Mercado de
Valores y Federal de Protección al Consumidor, que conforma un marco
jurídico de seguridad social para consolidar el Sistema de Ahorro para
el Retiro, a fin de procurar la reducción y simplificación de la
información entre las entidades participantes y de las cargas
administrativas de los obligados a enterar las cuotas y aportaciones
correspondientes, mediante una amplia participación y coordinación
entre los institutos de seguridad social, las dependencias e
instituciones gubernamentales, y las entidades financieras.
El 10 de octubre de 1996, se publicó en el Diario
Oficial de la Federación el Reglamento de la Ley de los Sistemas de
Ahorro para el Retiro, el cual detalla la Ley del que deriva.
La Reforma del Estado Mexicano abarca aspectos que
tienen relación con el mejoramiento de las condiciones de vida de los
mexicanos y, por ende, de los trabajadores. En ese sentido, se adecuó
la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores (INFONAVIT) con la regulación jurídica de los sistemas de
ahorro para el retiro y, en general, con el nuevo sistema de seguridad
social.
Al mismo tiempo, era necesario respaldar jurídicamente
la creación de nuevos medios y mecanismos para potencializar los
recursos financieros administrados por el INFONAVIT, a fin de aumentar
en número y calidad la cobertura de los beneficios a los
derechohabientes.
En ese sentido, el 6 de enero de 1997, se publicó en
el Diario Oficial de la Federación el Decreto por el que se reforma y
adiciona diversas disposiciones de la Ley del Instituto del Fondo
Nacional de la Vivienda para los Trabajadores.
En el ámbito administrativo, el Ejecutivo Federal por
conducto de la Secretaría de Desarrollo Social, esta celebrando los
convenios de desarrollo social con las entidades federativas, en los
cuales se esta pactando, entre otras cosas, un Capítulo Quinto
denominado "Del Ordenamiento Territorial, el Desarrollo Urbano y la
Vivienda", con el objeto de promover, con la participación que
corresponda al Municipio, el ordenamiento territorial estatal, municipal
y micro-regional que oriente las acciones de los sectores público,
social y privado para la distribución geográfica equilibrada de la
población y de sus actividades, acorde con la localización,
potencialidad y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales
que conforman el entorno físico y biótico. Para tal fin, las partes
convienen en promover, en su caso, la adecuación de los ordenamientos
jurídicos federales y locales para regular el ordenamiento territorial,
entre otros aspectos.
Ante la magnitud de los desastres naturales ocurridos
en los últimos años en diversos estados de la República, resulta
indispensable la regulación jurídica de mecanismos para el adecuado
funcionamiento del Sistema Nacional de Protección Civil; la coordinación
de los tres órdenes de gobierno; la concertación de acciones entre los
sectores publico, social y privado, y la prevención y auxilio a la
población para mitigar los daños en caso de desastres, entre otros
aspectos. Por tanto, en el ámbito constitucional, el 28 de junio de
1999, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto por
el que se declara reformada la fracción XXIX-H y se adiciona una fracción
XXIX-I al artículo 73 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, mediante el cual se faculta al Congreso de la Unión,
entre otras, para expedir leyes que establezcan las bases sobre las
cuales la Federación, los estados, el Distrito Federal y los
municipios, coordinarán sus acciones en materia de protección civil.
En consecuencia, el 12 de mayo de 2000 se publicó en
el Diario Oficial de la Federación la Ley General de Protección Civil,
cuya naturaleza jurídica es de orden público e interés social y tiene
por objeto establecer las bases de coordinación en materia de protección
civil, entre la Federación, las Entidades Federativas y los Municipios.
El 23 de diciembre de 1999, se publicó en el Diario
Oficial de la Federación el Decreto por el que se declara reformado y
adicionado el artículo 115 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, para ampliar las facultades que actualmente tienen los
municipios en México, además de reconocerlo como un orden de gobierno,
a fin de seguir impulsando el fortalecimiento municipal y, por ende, el
federalismo mexicano.
Ambos decretos de reformas y adiciones
constitucionales propiciaran un intenso trabajo legislativo para el
futuro inmediato, pues resulta obligatorio reglamentarlas, tanto en el
orden del Gobierno Federal, como estatales y municipales.
A partir de la celebración del Primer Foro Mundial de
Parlamentarios para el Hábitat, se adoptó la Declaración de
Principios y Compromisos en la que los parlamentarios y demás
participantes adquirieron el compromiso en el ámbito nacional, entre
otros, de fomentar el establecimiento de grupos nacionales de
parlamentarios para el hábitat en coordinación con el Grupo Mundial, a
efecto de difundir e implementar las recomendaciones y planteamientos
que se establecen en la citada Declaración, así como de las que se
derivan de la Declaración de Estambul sobre los Asentamientos Humanos y
del Programa Hábitat II, que se adoptaron en la Conferencia de
Estambul.
Conforme a lo anterior y a efecto de fortalecer la
unidad parlamentaria en el ámbito nacional, se constituyó en el Primer
Foro Nacional de Parlamentarios para el Hábitat, efectuado en la Ciudad
de Aguascalientes, Ags., del 17 al 19 de octubre de 1996, el Grupo
Mexicano de Parlamentarios para el Hábitat, integrado por los
legisladores de las comisiones de asentamientos humanos, desarrollo
urbano, vivienda y desarrollo social o sus equivalentes de las Cámaras
de Senadores y de Diputados del Congreso de la Unión, de la Asamblea
Legislativa del Distrito Federal y de las Legislaturas de los Estados.
Posteriormente se han efectuado: el Segundo Foro
Nacional, en la Ciudad de Chihuahua, Chihuahua, en noviembre de 1997,
con el tema "Suelo para el desarrollo urbano ordenado y
sustentable"; el Tercer Foro Nacional, en la Ciudad de Mérida,
Yucatán, en febrero de 1999, con el tema "Vivienda adecuada para
todos", y el Cuarto Foro Nacional, en la Ciudad de Hermosillo,
Sonora, en febrero del 2000, con el tema "Desarrollo sustentable de
los asentamientos humanos".
LEYES RELACIONADAS A NIVEL NACIONAL
El régimen jurídico administrativo previsto en la
abrogada Ley de Adquisiciones y Obras Públicas, esta vinculado a
estrategias de crecimiento económico y sostenido por el impacto que las
transacciones gubernamentales tienen en la economía, sin embargo, en la
práctica el propósito era obstaculizado y desvirtuado por el efecto
inverso de la aplicación de esquemas complejos en un mismo ordenamiento
jurídico.
Por tal motivo, se creó un régimen jurídico
especifico para cada materia, de tal suerte que el 4 de enero de 2000,
se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley de Obras Públicas
y Servicios Relacionados con las Mismas, que tiene por objeto regular
las acciones relativas a la planeación, programación, presupuestación,
contratación, gasto, ejecución y control de las obras públicas, así
como de los servicios relacionados con las mismas.
Cabe destacar que en la planeación de las obras públicas
y de los servicios relacionados con las mismas, deberán ajustarse,
entre otros ordenamientos jurídicos y administrativos, a lo dispuesto
por la Ley General de Asentamientos Humanos. Asimismo, quienes realicen
obras públicas y servicios relacionados con las mismas, observarán las
disposiciones que en materia de asentamientos humanos, desarrollo urbano
y construcción rijan en el ámbito Federal, Estatal y Municipal.
LEGISLACIÓN DE LAS ENTIDADES FEDERATIVAS
Entidades federativas que han expedido su ley con
posterioridad a la Ley General de Asentamientos Humanos del 21 de julio
de 1993.
TOTAL: 19
Entidad Federativa
|
Denominación de la Ley
|
Fecha de publicación
|
|
|
|
AGUASCALIENTES
|
Código Urbano para el Estado de
Aguascalientes
|
publicada el 29 de mayo de 1994
|
BAJA CALIFORNIA
|
Ley de Desarrollo Urbano del Estado de Baja
California
|
publicada el 24 de junio de 1994
|
BAJA CALIFORNIA SUR
|
Ley de Desarrollo Urbano para el Estado de
Baja California Sur
|
publicada el 22 de julio de 1994
|
CAMPECHE
|
Ley de Asentamientos Humanos del Estado de
Campeche
|
publicada el 22 de diciembre de 1993
|
COAHUILA
|
Ley de Asentamientos Humanos y Desarrollo
Urbano del Estado de Coahuila de Zaragoza
|
publicada el 26 de julio de 1994
|
COLIMA
|
Ley de Asentamientos Humanos del Estado de
Colima
|
publicada el 7 de mayo de 1994
|
CHIAPAS
|
Ley de Desarrollo Urbano del Estado de Chiapas
|
publicada el 3 de diciembre de 1997
|
CHIHUAHUA
|
Ley de Desarrollo Urbano del Estado de
Chihuahua
|
publicada el 18 de noviembre de 1995
|
DISTRITO FEDERAL
|
Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal
|
publicada el 29 de enero de 1996
|
DURANGO
|
Código de Desarrollo Urbano para el Estado de
Durango
|
publicada el 17 de julio de 1994
|
GUANAJUATO
|
Ley de Desarrollo Urbano para el Estado de
Guanajuato
|
publicada el 7 de octubre de 1997
|
MICHOACAN
|
Ley de Desarrollo Urbano del Estado de Michoacán
de Ocampo
|
publicada el 15 de junio de 1995
|
NAYARIT
|
Ley de Asentamientos Humanos del Estado de
Nayarit
|
publicada el 19 de mayo de 1999
|
NUEVO LEON
|
Ley de Ordenamiento Territorial de los
Asentamientos Humanos y de Desarrollo Urbano del Estado de Nuevo
León
|
publicada el 3 de marzo de 1999
|
QUINTANA ROO
|
Ley de Asentamientos Humanos del Estado de
Quintana Roo
|
publicada el 15 de junio de 1998
|
TLAXCALA
|
Ley de Asentamientos Humanos del Estado de
Tlaxcala
|
publicada el 18 de octubre de 1995
|
YUCATAN
|
Ley de Asentamientos Humanos del Estado de
Yucatán
|
publicada el 30 de junio de 1995
|
VERACRUZ
|
Ley de Desarrollo Regional y Urbano del Estado
de Veracruz-Llave
|
publicada el 17 de abril de 1999
|
ZACATECAS
|
Código Urbano del Estado de Zacatecas
|
publicada el 11 de septiembre de 1996
|
Entidades federativas que han expedido su ley entre
1990 y antes de la Ley General de Asentamientos Humanos del 21 de julio
de 1993
TOTAL: 5
Entidad Federativa
|
Denominación de la Ley
|
Fecha de publicación
|
|
|
|
JALISCO
|
Ley de Desarrollo Urbano del Estado de Jalisco
|
publicada el 13 de julio de 1993
|
MEXICO
|
Ley de Asentamientos Humanos del Estado de México
|
publicada el 1° de marzo de 1993
|
OAXACA
|
Ley de Desarrollo Urbano para el Estado de
Oaxaca
|
publicada el 20 de febrero de 1993
|
QUERETARO
|
Código Urbano para el Estado de Querétaro
|
publicada el 6 de agosto de 1992
|
SAN LUIS POTOSI
|
Código Ecológico y Urbano del Estado de San
Luis Potosí
|
publicada el 3 de julio de 1990
|
Entidades federativas que han expedido su ley entre
1976 y 1989
TOTAL: 8
Entidad Federativa
|
Denominación de la Ley
|
Fecha de publicación
|
|
|
|
GUERRERO
|
Ley de Desarrollo Urbano del Estado de
Guerrero
|
publicada el 26 de septiembre de 1976
|
HIDALGO
|
Ley de Asentamientos Humanos y Desarrollo
Urbano del Estado de Hidalgo
|
publicada el 1° de febrero de 1977
|
MORELOS
|
Ley de Desarrollo Urbano del Estado de Morelos
|
publicada el 31 de enero de 1980
|
PUEBLA
|
Ley de Desarrollo Urbano del Estado de Puebla
|
publicada el 18 de agosto de 1985
|
SINALOA
|
Ley de Desarrollo Urbano del Estado de Sinaloa
|
publicada el 1° de febrero de 1977
|
SONORA
|
Ley de Desarrollo Urbano para el Estado de
Sonora
|
publicada el 18 de febrero de 1985
|
TABASCO
|
Ley de Asentamientos Humanos del Estado de
Tabasco
|
publicada el 20 de noviembre de 1976
|
TAMAULIPAS
|
Ley de Desarrollo Urbano para el Estado de
Tamaulipas
|
publicada el 12 de febrero de 1977
|
CAPITULO I. VIVIENDA
1. Seguridad en la propiedad
La Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en su artículo 4º, y la Ley Federal de Vivienda, en su
artículo 1º, consagran sin distinción de género o grupos que toda
familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. El
Plan Nacional de Desarrollo y el Programa de Vivienda establecen que
ese disfrute implica espacios y servicios adecuados, calidad en su
construcción y seguridad jurídica en su tenencia. A este efecto, la
protección en contra de desalojos se logra mediante instrumentos
legales tales como la apelación o el juicio de amparo, mismos que
permiten al arrendatario la seguridad en el uso y disfrute de la
propiedad.
En el caso del Distrito Federal, los juicios de
desalojo se han reducido considerablemente, de los 9,643 que se
registraron en 1996, para 1999 sólo se litigaron 193; el promedio
anual de iniciados para desalojos fue de 3,232, los cuales resultaron
en 124 lanzamientos.
El tipo de vivienda predominante en México es de
propiedad privada y se considera el más seguro. De 21.9 millones de
hogares estimados a 1999, 15.1 millones tienen vivienda propia y en
1.6 millones es propia y la están pagando, esto significa que 76.2%
de los hogares se alojan en una vivienda propia, lo cual representa un
incremento de poco más de 1 millón de hogares que tienen vivienda
propia con respecto a las existentes en 1996.
Una de las políticas adoptadas por el gobierno
mexicano ha sido la de dotar de seguridad en la tenencia a los
asentamientos irregulares a través de programas de escrituración. La
situación jurídica se regulariza mediante programas masivos de
escrituración, lo que han reducido sustancialmente los costos de
escrituración en más de 1,000%.
Asimismo, se dota de servicios básicos de
infraestructura a asentamientos irregulares y sólo en casos ubicados
en zonas de riesgo, se aplican políticas de reubicación en áreas
planificadas.
En 1999 el porcentaje de hogares encabezados por
hombres, rebasa a su contraparte femenina en razón de 83 a 17%. Sin
embargo, cabe señalar que del total de hogares, cuando son
encabezados por mujeres, el porcentaje relativo de vivienda propia es
ligeramente mayor con respecto al de los hombres, en razón de 71.4 a
69.6%.
Durante el periodo 1995-1999, se han implantado
programas de vivienda que consideran aspectos de equidad de género en
la implementación de las políticas y en la asignación de créditos
que favorezcan a las mujeres mexicanas. Un ejemplo de esto lo
constituyen las modificaciones a las reglas de otorgamiento de crédito
del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores
(INFONAVIT), que en 1998 determinó otorgar puntos adicionales a las
madres solteras jefas de familia para poder acceder con más facilidad
a los programas crediticios.
2. Promover el derecho a una
vivienda adecuada
a) Derecho a una vivienda formal
En México, todos los sectores de la población
son sujetos de crédito y se brindan diversas oportunidades para
acceder a una vivienda digna, a través de medios públicos y
privados. Con esta idea, se fortalecieron los programas crediticios
de diversas instituciones durante el periodo 1995-1999: el INFONAVIT
otorgó más de 606 mil créditos, destaca que en 1999 otorgó casi
200 mil; el Fondo de Operación y Financiamiento Bancario a la
Vivienda (FOVI) otorgó más de 255 mil (incluyen poco más de 17
mil créditos cofinanciados con el Fondo de la Vivienda del
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores
del Estado, FOVISSSTE); a su vez este Fondo, otorgó más de 116 mil
200 créditos; y el Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones
Populares (FONHAPO) otorgó más de 71 mil 700 créditos. En estos
cinco años, el Estado ha pasado de ser constructor, a gestor de
vivienda, por lo que la demanda se ha incrementado sustancialmente,
apoyado por programas ejecutados por constructoras e inmobiliarias
privadas a través de los cuales se gestionan créditos públicos a
los solicitantes, permitiendo otorgar casas en condiciones dignas.
Con estos esquemas, se puede mencionar que para el
2000 la oferta institucional en materia de adquisición de vivienda
se incrementó en casi 8%, con respecto a lo que se ofertaba
institucionalmente durante 1996.
Cabe señalar que se han reducido los requisitos y
trámites para obtener un crédito hipotecario, lo que facilita la
obtención de éste para las familias, debido a que el criterio
central para obtener un mayor monto de crédito hipotecario está en
función del nivel de ingresos, equivalentes al número de veces el
salario mínimo mensual (vsmm). Para la población que labora en la
economía informal, que no tiene medio tradicional de comprobar
ingresos, existen programas gubernamentales que atienden un ingreso
hasta en 2.5 vsmm.
Además, en cada entidad federativa existe un
organismo local de vivienda, encargado de conjuntar esfuerzos a nivel
estatal y local para brindar mayores oportunidades de vivienda.
La adquisición de suelo para vivienda se realiza
mediante el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS) y
los organismos locales de vivienda, principalmente.
b) Relación precio de la
vivienda-ingreso
En 1996, el ingreso medio anual por hogar se ubicó
en 33 mil 286 pesos y su relación con el precio promedio de una
vivienda fue de 20.1, sin embargo, considerando cuatro categorías
de vivienda, la relación precio de vivienda–ingreso es de 2.4
para la mínima; de 5.7 para la de interés social, para la media es
de 27; y para la residencial de 45.1.
Cabe mencionar que en el mismo año de 1996, los
poco más de 2 millones 400 mil hogares que arrendaron una vivienda,
destinaron en promedio el 13.9 por ciento de su gasto total en pago
de renta.
La tendencia en los últimos cinco años es
consolidar el perfil financiero de los organismos públicos como
alternativa para promover el acceso a una vivienda adecuada, a través
de la modificación de las reglas de otorgamiento de créditos.
Estas entidades incluyen conceptos como la bursatilización de la
cartera para ampliar el fondo para la construcción de las viviendas
y el establecimiento de cofinanciamientos con los gobiernos de los
estados.
3. Proveer igual acceso a la
propiedad de tierra
En 1996, el costo promedio nacional de 10 metros
cuadrados de suelo urbano en breña para vivienda de interés social
con factibilidad de servicios fue de 820 pesos, en tanto que
urbanizado fue de 2 mil 80 pesos. Con respecto a la relación de la
media del ingreso mensual por hogar con el costo del suelo en breña y
urbanizado, a nivel nacional, fue de 0.3 y 0.8, respectivamente;
mientras que en el Distrito Federal esta relación fue de 1 para el
suelo urbano en breña y 1.6 para el urbanizado.
Para 1999, el costo promedio nacional de 10m2
de suelo urbano en breña creció en un 39.2%, en tanto que el ingreso
medio mensual de un hogar mexicano creció en un 38.7%. La misma
tendencia ocurrió con el costo promedio de suelo urbanizado que creció
en un 59.8%. Cabe señalar que con el ingreso medio mensual de un
hogar mexicano, a la fecha se requiere el 76.6% anual de este para
comprar 10m2 de suelo urbanizado y 26.3% para suelo en breña.
En los últimos cinco años se ha buscado generar
una mayor oferta de suelo apto para uso habitacional, de manera que el
inventario de suelo registra a nivel nacional 33 mil 577 hectáreas,
de las cuales 2 mil 318 están urbanizadas, 7 mil 205 se encuentran en
proceso de urbanización y 24 mil 54 están en breña. Esta
disponibilidad de suelo, relacionada con el precio, facilita el acceso
a la tierra para vivienda.
En los últimos años, se ha buscado incorporar
suelo urbano de origen ejidal y comunal, con el fin de desalentar los
asentamientos irregulares y en riesgo, reubicar los existentes en
zonas protegidas y regularizar los ubicados en suelos aptos, evitando
así la especulación de tierra. De 1995 al año 1999 se han
incorporado un total de 85 mil 124 hectáreas al suelo urbano, de las
cuales 10 mil 836 son para uso habitacional.
Cabe señalar que se han implementado diversos
programas gubernamentales, cuya finalidad es la de proporcionar lotes
con servicios a las familias con menores ingresos, así como programas
de autoconstrucción y empleo temporal. Esto ha permitido que mediante
esquemas compartidos entre gobierno y sociedad, uno aportando capital
y el otro trabajo, se generen mayores posibilidades para acceder a
vivienda digna. Asimismo, en coordinación con gobiernos estatales y
municipales y a través del Programa de Lotes con Traza Urbana, se ha
brindado la posibilidad para que familias de bajos ingresos accedan a
una vivienda en mejores condiciones que las que podrían adquirir en
el mercado.
4. Promover acceso equitativo a
créditos
a) Hipotecas y no hipotecas
Fuente: Con base en la Encuesta
Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 1996
La proporción de hipotecas no ha mostrado un
incremento sustancial desde 1996. Esto se explica a raíz de los
diversos problemas económicos que se dieron como resultado de la
devaluación de 1995, básicamente el mercado de hipotecas se ha visto
en una recesión, sobretodo en los créditos hipotecarios concedidos
por los bancos.
En la actualidad, con las políticas de rescate
bancario se tiene previsto reactivar el mercado hipotecario brindando
mayores accesos a grupos desprotegidos.
b) En 1996, el 7.2% de los
hogares residían en viviendas propias que estaban pagando, lo que
representó que casi un millón 500 mil hogares manejaran hipotecas.
Cabe aclarar que el 10.6% de los hogares no especificaban si tenían
o no hipotecas. Para 1999, el número de hogares con hipotecas creció
en 10% con respecto a 1996.
c) Ante esta situación, se ha
puesto en marcha un mercado primario de hipotecas en el que se lleva
a cabo la emisión y colocación de valores respaldados por títulos
hipotecarios transferibles, que son emitidos por un intermediario
financiero, lo que favorece el acceso a los créditos.
Adicionalmente, se busca avanzar en la operación de un mercado
secundario de hipotecas en el que los compradores y los vendedores,
simultánea y públicamente participen en forma directa o a través
de agentes de valores, en la determinación de los precios de los títulos
que se negocien en él.
5. Promover
acceso a servicios básicos
A través de diversos programas, se ha buscado
brindar acceso a servicios básicos a todos los habitantes del país,
tales como agua potable, drenaje y electrificación, mismos que
representan una prioridad nacional.
a) Acceso a agua. A nivel
nacional el 85.7% del total de viviendas en 1996, tenía acceso a
agua, considerado tanto la disponibilidad de agua en el interior de
la vivienda, como dentro del terreno o edificio. En este mismo año
la cobertura en el Distrito Federal alcanzó el 97.5% de las
viviendas. Para 1999, el porcentaje de viviendas con acceso a agua a
nivel nacional se estima en 88.4% como resultado de diversas políticas
encaminadas a dotar a las comunidades más alejadas de este preciado
líquido.
b) Acceso a servicios. A nivel
nacional el 85.7% del total de viviendas en 1996, tenía conexión
de agua entubada; el 73.9% tenía conexión de drenaje; el 96% tenía
conexión de energía eléctrica y el 29.9% tenía conexión de teléfono.
En este mismo año, en el Distrito Federal las viviendas que
contaron con acceso a dichos servicios básicos representaron 97.5,
96.6, 100% y sin datos, respectivamente. Para 1999 a nivel nacional
se estima que el 88.4% de las viviendas cuentan con agua entubada,
el 79.9% cuentan con conexión de drenaje y el 97.4% con energía eléctrica.
Cabe señalar que ante la necesidad de hacer más
eficiente la gestión administrativa que impacte en el acceso a los
servicios básicos, se iniciaron durante el período, acciones
encaminadas a descentralizar las funciones a los estados y municipios
en materia de agua y drenaje.
CAPITULO II. DESARROLLO SOCIAL Y ERRADICACIÓN DE
LA POBREZA
6. Proporcionar oportunidades
iguales para una vida sana y segura
Los objetivos de la política de desarrollo social
establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000 son
proporcionar la igualdad de oportunidades y de condiciones que
aseguren a la población el disfrute de los derechos individuales y
sociales, elevar los niveles de bienestar y la calidad de vida y, de
manera prioritaria, disminuir la pobreza y la exclusión social.
En este sentido, la política de desarrollo social
del Gobierno de México, en los últimos años se ha orientado a
promover la creación de las condiciones necesarias para que la
población tenga acceso a mejores niveles de vida con una perspectiva
que asegure su permanencia en el largo plazo. Con criterios de
equidad, los esfuerzos se orientan al abatimiento de los rezagos en
los servicios básicos y al desarrollo de las capacidades productivas
de las personas y las comunidades.
El gasto público orientado al desarrollo social se
elevó en 3.2 por ciento anual en términos reales entre 1993 y 1998.
Para 1999 representa el 60 por ciento del gasto programable total y el
9.0 respecto al Producto Interno Bruto.
La política social considera dos grandes
vertientes: la cobertura general o acciones amplias, como educación,
salud, seguridad social, capacitación laboral y vivienda y las
acciones dirigidas hacia el combate a la pobreza las cuales apoyan a
grupos vulnerables en regiones con alto grado de marginación.
Para ello, la política social se instrumenta a través
de las siguientes líneas estratégicas de acción:
-
Acciones asistenciales
-
Formación de capital humano
-
Desarrollo de capital familiar
-
Creación de infraestructura social básica
-
Impulso al desarrollo social productivo
-
Creación de infraestructura física
-
Desarrollo de cadenas de comercialización
-
Enfoque territorial del desarrollo
-
Atención especial a pueblos indígenas
-
Igualdad de genero entre el hombre y la mujer
-
Impulso a la participación social
-
Visión de largo plazo
-
Consolidación del carácter regional integral de
la política social para su continuidad y consenso colectivo, a
través de la creación de un marco jurídico.
Estas líneas de acción se organizan a base de una
orientación de políticas que responde a cinco compromisos
fundamentales: alimentación, salud y educación, trabajo, capital
familiar, una política social pertinente que fomente la inclusión,
que tenga una visión territorial, de largo plazo y que sea imparcial.
Con el propósito de incorporar los lineamientos de
acción que responden a un nuevo enfoque de política social, los
Convenios de Desarrollo Social entre el Ejecutivo y los Estados, se
han estructurado definiendo de manera precisa las responsabilidades de
los tres niveles de gobierno. También se establece una estrategia de
atención a la pobreza desde un enfoque regional, al definir las zonas
de atención especial y a las que se destinan la mayor proporción de
los recursos.
Por lo que se refiere a la generación de empleos,
de 1996 a 199 se crearon 1,558,902 nuevos empleos, que sumados a los
existentes dan un total de 10,373,590 trabajadores en activo, a
diciembre de 1999.
Los principales indicadores de desempleo urbano
mantuvieron una tendencia a la baja en el periodo 1996-1999. En el mes
de diciembre de 1999 la tasa de desempleo se ubicó en 2.5% de la
población económicamente activa, cifra menor de 3.0 puntos
porcentuales a la registrada en diciembre de 1996.
Los programas de apoyo para la generación de nuevos
empleos, mejoramiento y modernización de los sistemas de seguridad,
impactaron en el índice de criminalidad, destacando el rubro de víctimas
por homicidio, registrando un decremento durante el periodo de 1993 a
1998, que van de 18 a 14 víctimas por cada cien mil habitantes,
respectivamente.
Los programas de vacunación y control nutricional,
así como los encaminados al control de las enfermedades
gastrointestinales, para la mejora de los esquemas alimenticios y de
servicios sanitarios y de salud, impactaron en una disminución de la
mortalidad en menores de 5 años; la tasa de mortalidad durante el período
de 1993 a 1998 descendió de 5.5 a 4.65 por mil habitante menores de 5
años.
En el caso del Distrito Federal, se puso en marcha
el "Sistema de Servicios Comunitarios Integrados" (SECOI)
que ofreció servicios públicos, sociales y privados con el fin de
incidir en el fortalecimiento de las estructuras de las familias y de
las comunidades.
Asimismo, se pusieron en marcha diversos programas
de alimentación, educación, cultura, deportes y recreación como
son: el "Programa de Vigilancia y Prevención de la Desnutrición"
de los niños menores de 5 años y de las madres en periodo de gestación
o lactancia de áreas altamente marginadas; también destacó el
programa denominado "Libros de Texto Gratuitos" para
secundarias públicas y el relativo a "La Calle es de
Todos", con el cual se trató de convertir a las calles
amenazadas por la inseguridad en territorio de encuentro entre los
ciudadanos.
Para lograr un enfoque integral en los programas y
prevención de la violencia familiar y de espacios de atención
integral a mujeres víctimas de violencia familiar, el Gobierno del
Distrito Federal reinstaló el Consejo para la Asistencia y Prevención
de la Violencia Familiar.
7. Promover integración
social y apoyar grupos excluidos
Con el objeto de instrumentar la política social
integral durante la presente administración, se han adoptado esquemas
para aplicar los recursos con un enfoque integral y federalista para
apoyar a los grupos más vulnerables, fortalecer las capacidades
productivas de grupos y comunidades, así como promover la participación
social, constituyéndose en un instrumento del gobierno para
contribuir a la redistribución de los recursos con un énfasis en una
política social con una vertiente productiva sustentando su operación
en los siguientes lineamientos generales de política: direccionalidad;
integralidad complementariedad, impulso productivo,
corresponsabilidad, estacionalidad y sustentabilidad.
Con esta concepción, plasmada en el Plan Nacional
de Desarrollo 1995-2000 y en el Programa para la Superación de la
Pobreza, se ha venido apoyando la creación de empresas sociales, la
generación de empleos temporales, la canalización de crédito a
campesinos temporaleros, la atención a jornaleros agrícolas
migrantes, el desarrollo productivo de los grupos vulnerables como
mujeres, indígenas y población que habita en zonas áridas, así
como a los prestadores de servicio social que realizan acciones de
beneficio comunitario.
El Programa para Superar la Pobreza 1995-2000,
constituyó el eje normativo de las acciones para combatir la pobreza,
a partir de estrategias que favorecieron la integridad y continuidad
de las acciones, la corresponsabilidad y la participación social, a
la vez que permitieron el impulso a la descentralización, atención a
las regiones prioritarias y promoción del desarrollo sustentable.
Los recursos fiscales de los fondos para el combate
a la pobreza extrema contemplados en el presupuesto federal, fueron
canalizados a regiones prioritarias a lo largo y ancho del país,
principalmente a 988 municipios, clasificados de "atención
inmediata" por sus condiciones de pobreza extrema.
En el caso del Distrito Federal, se llevó a cabo la
revisión del marco legislativo, destacando la reforma a las leyes
para personas con discapacidad, deporte, instituciones de asistencia
privada, derechos de las niñas y niños, a la Ley de los Derechos de
las Personas Adultas Mayores y la del Instituto de Cultura de la
Ciudad de México.
Con la intención de promover la integración social
y a poyar a los grupos excluidos del Distrito Federal, se creó la red
de promotores " Jóvenes por la Ciudad" para impulsar la
organización participativa en acciones de cultura, deporte, y salud
mental comunitaria.
De igual manera, se estableció una política social
dirigida a "La Población Indígena Originaria y Migrante",
a través de la creación del Centro de Atención al Indígena
Migrante (CAIM) y La Casa de los Pueblos Originarios del Distrito
Federal; que permitió orientar a dichos grupos en las opciones de
actividad económica, otorgamiento de servicios públicos y privados
dirigidos a ellos.
El sistema nacional de salud, para promover una política
de dignificación de las personas con discapacidad, que fomente la
cultura de inclusión, respeto y dignidad, se ejecutaron proyectos
para operar Unidades Básicas de Rehabilitación, que ofrecieron
consultas médicas especializadas, tratamientos simples y específicos,
valoración y tratamiento psicológico, orientación y apoyo social,
estimulación temprana y terapia de lenguaje a menores de 12 años, así
como de servicios para prevenir la discapacidad.
En el Distrito Federal para atender a la población
con adicciones, se creó el Fideicomiso de los Institutos para los niños
de la calle y las adicciones (FINCA), y operó el "Programa de
Prevención y Atención a Niñas, Niños y Jóvenes de la Calle con
Alto Riesgo Social"; se establecieron módulos de atención y
prevención de las adicciones, aprovechando los recursos y la
infraestructura existentes en albergues y hospitales de la capital.
8. Promover igualdad de género
para el desarrollo de los asentamientos humanos
A lo largo de estos años, la política de población
ha tenido como objetivo fundamental la participación de los mexicanos
en forma justa y equitativa en los beneficios del desarrollo económico
y social, a través de la regulación de los fenómenos que afectan la
estructura, dinámica y distribución territorial de la población.
La política de población reclama un enfoque
integral, claramente inserto en las prioridades del desarrollo social,
que propicie un cambio de mentalidad e intensifique el espíritu de
previsión y planeación en las familias, así como el afán de
igualdad entre sus miembros especialmente en cuestiones de género;
que fomente también una alta valoración parental de los hijos y que
extienda y arraigue una cultura demográfica sobre las repercusiones
de la población en el medio ambiente y la sustentabilidad del
desarrollo.
Romper el círculo demográfico de la pobreza, es
reconocer el reforzamiento mutuo que existe entre las acciones
encaminadas a combatir la pobreza y las orientadas a reducir el
crecimiento demográfico. Asegurar nutrición adecuada y servicios de
salud a madres y niños, fomentar la asistencia escolar y las
aspiraciones de logro educativo, propiciar oportunidades de empleo
productivo, e impulsar la condición de la mujer, son acciones estratégicas
para combatir la pobreza y a la vez para favorecer el cambio demográfico.
Para ello se impulsan programas que complementan
directamente el ingreso de las familias pobres, sobre todo bajo la
forma de becas las cuales son más altas para las niñas que para los
niños. Tal es el caso, del Programa de Educación, Salud y Alimentación
que opera desde 1997 y atiende a 2,558,150 familias de 53,056
localidades ubicadas en 2,156 municipios, en las regiones de la república
donde se registran los mayores rezagos y más altos índices de
pobreza.
El periodo de 15 a 64 años de edad tiene gran
trascendencia social por ser la época productiva del hombre, en el se
encuentra la mayor cantidad de población. Si bien todas las etapas de
la vida del ser humano son importantes, la sociedad protege y fomentar
la salud del adulto para que su actividad rinda al máximo. En el
periodo 1990-1998 las defunciones ocurridas en este grupo poblacional
tienen una gran magnitud del total acaecido, su peso relativo osciló
entre el 35.7 (1990) y el 38.5 (1993).
Con relación a la tasa de mortalidad en esta
población, ésta descendió progresivamente de 3.2 en 1990 a 2.9 en
1998, lo que significa una disminución de un 9.4%. El índice de
sobremortalidad masculina muestra que la mayor cantidad de defunciones
ocurren en el sexo masculino, para este periodo presenta variaciones y
a partir de 1995 se da un descenso de 4 puntos porcentuales (185.0 a
181.0).
Se han desarrollado acciones en materia de educación
sexual, para el desarrollo integral de la familia, y las encaminadas a
ampliar las oportunidades de educación y participación de las
mujeres en la actividad económica. Destaca como resultado la
disminución sensible de la tasa global de fecundidad, en 4 décimas
durante el periodo que se informa, en virtud de haberse registrado 2.8
en 1995 y 2.4 en el 2000.
Para corregir las desigualdades en las oportunidades
educativas y de empleo entre hombres y mujeres, se operaron programas
especiales de alfabetización orientados a evitar la deserción
escolar de las mujeres en todos los niveles educativos, de capacitación
y de previsión social para el trabajo; En 1993 se registró una
brecha mujeres-hombres en la inscripción en los estudios de nivel
profesional por sexos de 7.7% y para 1998 este porcentaje se redujo
notablemente a 3.4%.
Asimismo, en el ámbito educativo nos enfrentamos al
reto de lograr que todos los ámbitos de una localidad se integren en
una sola comunidad de aprendizaje, es decir, que el hábitat participe
del esfuerzo de la escuela por brindar aprendizajes significativos a
los alumnos.
La formulación, coordinación y cumplimiento de las
políticas para promover la participación de la mujer en el
desarrollo, han recibido un fuerte impulso a través del
"Programa Nacional de la Mujer", el cual norma y coordina
las actividades para hacer más eficiente la articulación e integración
de las acciones gubernamentales, involucrando a las diversas
organizaciones sociales que atienden a la mujer.
Como estrategia para lograr la igualdad de género
entre hombre y mujer destaca el "Programa de Desarrollo
Productivo de la Mujer", el cual ha fomentado la participación
organizada de las mujeres que se encuentran en condiciones de
marginación y pobreza extrema con el fin de mejorar su bienestar
social y condiciones de vida de sus familias, logrando para fines del
periodo que se reporta, una atención de cerca de 50 mil mujeres y sus
familias en 17 entidades federativas.
El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de
la Familia (DIF), desde 1972 su Red Móvil realiza trabajos con
mujeres en materia de salud, alimentación y vivienda orientados hacia
la atención del núcleo familiar y comunidades, encaminados a
fomentar pequeñas unidades económicas y proyectos productivos para
consolidar pequeñas empresas familiares y comunitarias de carácter
informal.
Durante el periodo 96-99, se impulsaron 1,050
proyectos de apicultura, 681 estanques acuícolas, 1,266 granjas
agropecuarias, 1,951 grupos de maquila familiar y 1,846 talleres de
artesanías. El Programa de Cocinas Populares y Servicios integrales (COPUSI)
a cargo del DIF, tiene 66 proyectos productivos, vinculados a una
mayor participación de la mujer.
Cuando existen excedentes de producción de estas
micro empresas, o bien mediante fondos de ahorro comunitario, ha sido
posible impulsar proyectos autofinanciables, como panaderías
comunitarias, refresquerías, papelerías, talleres de costura
rurales, molinos de nixtamal, tortillerías, estanques acuícolas;
desarrollo de proyectos pecuarios, granjas ovinas, caprinas y avícolas.
México participó en el programa internacional
"Más y Mejores Empleos para las Mujeres", que tiene como
propósito mejorar las oportunidades y condiciones de empleo para este
género, que ha logrado reducir la brecha mujeres-hombres en el rubro
del desempleo de –3.20% para 1993 a –2.00% en 1998.
De igual manera, se impulsa la capacitación de la
mujer mediante cursos de superación laboral y personal; como
resultado, el 28% del total de capacitados fueron mujeres, equivalente
a una población de 3,971 trabajadores durante el periodo 1998-1999.
Finalmente, la esperanza de vida de los mexicanos
para 1993 era de 74.0 años en las mujeres y 67.3 en los hombres. En
1998, fue de 77 años para mujeres y 72 años en los hombres; cifras
que reflejan una mayor equidad de longevidad entre las mujeres y los
hombres.
En el Distrito Federal, se firmaron convenios de
colaboración con organizaciones sociales que cuentan con una amplia
trayectoria sobre proyectos y programas a favor de las mujeres y se
estableció la "Red de Salud por las Mujeres", con el fin de
promover la equidad de género en la capital, en donde se concentra el
mayor número de habitantes del país.
CAPÍTULO III. GESTIÓN AMBIENTAL
9. Promover estructuras de
asentamientos geográficamente equilibradas
México se caracteriza por una estructura
territorial desequilibrada, como producto de inercias históricas y de
un patrón de industrialización y urbanización concentrado
inicialmente en sólo algunas ciudades.
Entre las tendencias de cambio territorial es
particularmente preocupante la evolución potencial del área
metropolitana de la Ciudad de México hacia una verdadera megalópolis
en la región centro que plantea complejos problemas de organización.
Asimismo, la apertura económica y la globalización establecen nuevos
problemas y oportunidades en materia de cambio territorial. El mayor
problema es el riesgo de una fractura del territorio nacional entre
regiones integradas que crecen rápidamente y regiones no integradas
que se quedan progresivamente rezagadas. Las oportunidades de cambio
territorial se asocian con el aprovechamiento de las nuevas dinámicas
económicas para favorecer un mayor equilibrio territorial. Al mismo
tiempo, es evidente la necesidad de fortalecer mecanismos de apoyo
compensatorio a las regiones rezagadas.
La política de fortalecimiento del federalismo
impulsada por la actual administración federal crea un contexto
favorable para una mayor iniciativa de los gobiernos estatales y
locales en materia de desarrollo y ordenamiento territorial integral.
Las modificaciones introducidas en la Ley General del Equilibrio Ecológico
y la Protección Ambiental en 1996 afianzan el papel del ordenamiento
ecológico como un instrumento de política ambiental. Se ha
establecido un mecanismo de coordinación interinstitucional federal
para impulsar el desarrollo sustentable en regiones prioritarias,
definidas como microrregiones rurales. Paralelamente, se ha
consolidado un proceso piloto de planeación regional del desarrollo
sustentable en la macrorregión de Occidente Centro-Norte, compuesta
por nueve entidades federativas, con énfasis en el ordenamiento del
crecimiento industrial y urbano. En este proceso se busca consolidar
un mecanismo de gestión que permita articular las iniciativas
estatales con una estrategia regional nacional para el desarrollo
sustentable.
Posiblemente, la mayor lección de la experiencia
reciente en materia de planeación regional y urbana es el nuevo papel
de las iniciativas de coordinación horizontal entre estados y
municipios como fuerza política de impulso a la planeación regional.
Este nuevo papel de una planeación en sentido ascendente va de la
mano con la necesidad de un nuevo impulso a la consolidación de una
visión estratégica nacional, que ya no puede ni debe imponerse de
arriba hacia abajo, sino que debe ser concertada con las regiones.
Una segunda lección de la experiencia se refiere a
la necesidad de que el impulso al desarrollo regional y urbano se
aborde con una doble perspectiva, de solución a problemas
ambientales, a la vez que de aprovechamiento de oportunidades de
desarrollo sustentable. Asimismo, y considerando la evolución
institucional de la planeación territorial, tiene especial
importancia la integración de los enfoques de ordenamiento urbano y
ambiental, para una consideración integral del desarrollo sustentable
en sus dimensiones rural y urbana.
Por último, y en lo que respecta a las
instituciones básicas en el nivel federal, es importante considerar
la creación de un órgano responsable de la visión de conjunto de la
planeación regional del desarrollo, de la coordinación
interinstitucional normativa del gasto público en el nivel federal, y
del impulso a programas regionales estratégicos.
10. Administrar de manera
efectiva la oferta y demanda de agua
En el país existen 201,138 localidades, de las
cuales 98.6% son rurales y el 1.4% urbanas (con más de 2,500
habitantes). No obstante, el 73.5% de la población se asienta en las
localidades urbanas, y cabe destacar que en las 169 localidades más
grandes (el 0.1% del total), se concentra 51% de la población total
nacional. En este marco de extrema dispersión y concentración la
cobertura nacional de agua potable fue del 78% y la del alcantarillado
del 61% en 1990.
Aún bajo estas condiciones, y con un crecimiento
demográfico del 1.8 % anual, a fines de 1999 la cobertura nacional de
acceso al agua potable logró ampliarse para alcanzar el 86.7% de la
población. De este porcentaje, se ha logrado mantener a niveles
superiores al 92% el volumen de suministro hidráulico desinfectado.
Con respecto al servicio de alcantarillado, se
alcanzó en 1999 una cobertura nacional del 72.6%. Mantener este nivel
en los últimos años ha significado ampliar los servicios para
beneficiar a 4.9 millones de nuevos habitantes. En la actualidad se
tienen en operación 777 plantas de tratamiento de aguas residuales
municipales con un gasto tratado de 42,397 lps., por lo que el 21.5%
del volumen total de aguas residuales que proceden de las localidades
urbanas a nivel nacional, estimado en 196 m3/seg. reciben
algún tipo de tratamiento.
Como resultado de las lecciones aprendidas, la CNA
instrumentó un conjunto de programas orientados a la descentralización
de sus acciones y recursos a los gobiernos de los estados. Asimismo,
promueve y establece en diversas entidades del país, Consejos y
Comisiones de Cuenca, y Comités Técnicos de Aguas Subterráneas
(COTAS), para involucrar a la sociedad y a las autoridades federales y
locales en la toma de decisiones; y además promueve la participación
social a través de campañas para el mejor uso y ahorro del agua, así
como para fomentar una cultura de protección actual y futura del
recurso.
11. Reducir la contaminación
urbana
Los problemas de contaminación de los asentamientos
humanos de México se agudizan por varios problemas que incluyen: la
debilidad de las capacidades institucionales, particularmente en
cuanto a infraestructura de monitoreo y a la escasez y constante
rotación de cuadros técnicos; la reducida integración de las políticas
sectoriales; y la insuficiencia de recursos económicos.
En este marco, y en relación con la contaminación
atmosférica, la atención federal se ha concentrado en las
principales zonas metropolitanas. Para las 12 ciudades seleccionadas
se cuenta ahora con 7 programas de calidad del aire (Zona
Metropolitana del Valle de México, Monterrey, Guadalajara, Toluca, Cd.
Juárez, Mexicali y Tijuana).
Asimismo, gracias a la participación entusiasta de
la comunidad fronteriza de
Cd. Juárez - El Paso - Doña Ana, los gobiernos de México y Estados
Unidos decidieron impulsar la creación del Comité Consultivo
Conjunto para la Cuenca Atmosférica de esas tres ciudades, el cual se
convierte en un mecanismo innovador de participación pública
binacional en el análisis, diseño y solución de estos problemas .
Estos programas delinean por primera vez acciones
integradas entre los tres niveles de gobierno, organizaciones sociales
y sector académico, enfocadas a la prevención y solución de los
problemas de contaminación atmosférica.
Se encuentra en proceso la modernización del
Reglamento de Aire y, a escala local, se han modificado los
reglamentos correspondientes con el fin de llevar a cabo los programas
de control de la contaminación atmosférica para fuentes móviles y
fijas.
Por otra parte, se cuenta con una capacidad
instalada para el adecuado tratamiento y reciclaje de 40 % de los
residuos peligrosos que se estima son generados anualmente en el país.
Se espera que para fines del año 2000 la oferta de servicios permita
cubrir el manejo adecuado de 50 % del volumen generado.
El enfoque integral que se maneja para la gestión
de los residuos industriales implica aprovechar nuevas oportunidades
para: crear un mercado de servicios para el manejo apropiado de
recursos, atraer inversiones nacionales y extranjeras, integrar
cadenas productivas, y fomentar la competitividad industrial y la
generación de empleos.
En especial, México desarrolla desde 1996 un
Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC) que
permite cuantificar y georeferenciar las emisiones y descargas
contaminantes, y dar acceso al público a la información ambiental.
Se cuenta también con un sistema de indicadores para la evaluación
del desempeño ambiental bajo el marco metodológico de la OCDE.
En el marco del acuerdo general de cooperación
entre México y Japón, a partir de 1996 se inició el proyecto del
Centro Nacional de Investigación y Capacitación Ambiental (CENICA),
orientado al fortalecimiento de las capacidades de análisis en
materia de contaminación atmosférica y residuos peligrosos en México.
Actualmente la SEMARNAP cuenta con un laboratorio de análisis
ambiental con el equipo más moderno, respaldado con la participación
de la Universidad Autónoma Metropolitana.
A partir de 1995, la Procuraduría Federal de
Protección al Ambiente ha incrementado y mejorado las acciones de
inspección y vigilancia del cumplimiento de la normatividad
ambiental. Ha realizado más de 43 mil visitas de inspección a
fuentes de contaminación de jurisdicción federal entre 1996 y 1999,
a través de las cuales se ha detectado un incremento paulatino, pero
consistente, en el grado de cumplimiento de las normas ambientales
aplicables a la industria.
Este sector y algunos giros incluidos en el de
servicios participan cada vez con mayor compromiso en el Programa
Nacional de Auditoría Ambiental, que promueve el cumplimiento
voluntario de la normatividad, y la aplicación de buenas prácticas
de ingeniería adoptadas en el ámbito internacional. En el mismo
periodo, se iniciaron 808 auditorías ambientales y se concluyeron
783; asimismo, para llevar a cabo las acciones correctivas
determinadas en los planes de acción derivados de las auditorías
ambientales, las empresas públicas y privadas comprometieron
inversiones por mas de 4,500 millones de pesos.
La problemática social que tiene un país en
transformación, como es el caso de México, hace imprescindible que
al análisis técnico que se efectúa para la solución de una
determinada problemática, se añadan elementos económicos, sociales
y políticos que puedan impulsar una política integral en la solución
de la problemática de contaminación. Asimismo resulta estratégico
plantearse la inversión en educación ambiental, como una herramienta
fundamental que coadyuve, junto con los avances tecnológicos y la
modernización de la normatividad, a la solución de los problemas
ambientales. Entre las lecciones aprendidas destacan también, la
importancia de integrar políticas, fortalecer la descentralización,
generar mayor información y su acceso por parte de la ciudadanía,
lograr un mayor intercambio internacional sobre experiencias en
materia de prevención y control de la contaminación, y fomentar la
participación de los sectores privado y académico en la formulación
de políticas de gestión ambiental.
12. Prevenir desastres y
reconstruir asentamientos
Por sus condiciones climáticas y fisiográficas, México
es particularmente vulnerable a incendios forestales en el periodo de
estiaje. Durante los últimos años se han registrado un promedio de
7,200 incendios al año, de 25 hectáreas cada uno. Casi la totalidad
de ellos obedece a causas humanas, ya sea por accidente, negligencia o
intencionalidad.
Los desastres naturales son atendidos en México de
manera coordinada por diferentes dependencias, tanto en el nivel
federal como en el estatal y municipal. En el plano federal, la
instancia coordinadora es la Secretaría de Gobernación a través de
la Coordinación General de Protección Civil, y en los estados operan
las coordinaciones locales de protección civil.
Con esta organización, la atención a desastres y
la mitigación de sus daños se sustenta en un esfuerzo de prevención,
en la creación de normas de operación y construcción, en los
esfuerzos de ordenamiento ecológico que se están desarrollando en el
país, y en la conservación y restauración de los ecosistemas.
En lo que se refiere a la acción gubernamental, en
1999 se publicaron por primera vez en nuestro país las Reglas de
Operación del Fondo Nacional para Desastres Naturales, con el
objetivo de reducir la vulnerabilidad de las finanzas públicas a la
ocurrencia de desastres de grandes proporciones, y de generar
incentivos adecuados para que la distribución de los riesgos y costos
asociados a los desastres naturales se realice de manera más
equitativa entre los diferentes órdenes de gobierno y la sociedad en
general. Con base en lo anterior cada año, a partir de 1999, existe
en el presupuesto federal una partida destinada a la atención y
reconstrucción en caso de desastres naturales.
Las líneas de trabajo en esta materia se han
centrado en dos vertientes, una preventiva y otra correctiva. Durante
1999 se incluyó en los convenios de desarrollo social que son
instrumentos de coordinación que firma la federación con estados, la
microzonificación de riesgos a niveles de estados y centros de
población, esto con la finalidad de tomar las medidas preventivas que
en el corto, mediano y largo plazo, permitan orientar, reubicar y
regular la ubicación de los asentamientos humanos dentro del
territorio nacional. Se tiene previsto que para el año 2000 todos los
estados del país cuenten con sus respectivos atlas de riesgos.
Durante 1999 resultaron dañadas 85,449 viviendas
como resultado de las lluvias y los sismos ocurridos que afectaron a
diversas poblaciones del país. Cabe señalar que los daños en
infraestructura y vivienda fueron del orden de los 10,151.3 millones
de pesos, por lo que se implementaron diversos programas
gubernamentales que permitieron la reconstrucción de hogares e
infraestructura urbana, así como la reubicación de los afectados.
A la fecha no se cuenta con un sistema nacional de
seguros contra desastres, por lo que es de gran relevancia trabajar en
este aspecto, ya que es requisito legal que la infraestructura a cargo
del Gobierno Federal cuente con seguros de daños suficientes para
cubrir riesgos catastróficos. Asimismo, que las dependencias destinen
parte de sus presupuestos normales a reducir, en el ámbito de sus
respectivas competencias, la ocurrencia de desastres o en todo caso a
mitigar los posibles daños asociados.
Anualmente se destinan recursos al manejo de bosques
y al establecimiento de medidas preventivas como son la construcción
de brechas cortafuego y la reforestación de áreas afectadas por
incendios. Asimismo, se capacita a los productores forestales en el
manejo de sus bosques y a los campesinos en el manejo de técnicas
adecuadas para el uso del fuego.
En lo que a infraestructura hidráulica, pesquera y
acuícola se refiere, el énfasis se ha puesto en el establecimiento
de normas de construcción adecuadas y el aseguramiento de dicha
infraestructura. Para el caso de los pequeños productores acuícolas
o pesqueros, el apoyo que se otorga es dirigido a la capacitación, la
reposición parcial de sus activos productivos y la creación de
fuentes temporales de ingresos en tanto se restablece su actividad
principal.
Las lecciones aprendidas incluyen: la evidente
conveniencia de prevenir en lo posible los desastres, de atenderlos
con un enfoque integrado, y de contar con organismos adecuados de
coordinación intersectorial y con mecanismos financieros
complementarios. Asimismo, cabe reconocer que los ecosistemas
equilibrados constituyen una barrera efectiva a los desastres
naturales.
13. Promover sistemas de
transporte eficaces y ambientalmente adecuados
El transporte representa una fuente importante de
contaminación atmosférica, en las grandes áreas urbanas del país y
particularmente las Zonas Metropolitanas de México, Guadalajara y
Monterrey. Sin embargo, la capacidad de respuesta de las autoridades
es limitada ante las demandas que ocasiona el crecimiento demográfico,
y el problema se agudiza con la cultura del automóvil individual,
prevaleciente en la mayoría de las urbes del país.
En este marco, se han hecho importantes esfuerzos
para mejorar el transporte público, mediante el impulso a sistemas no
contaminantes como el metro y los trenes eléctricos urbanos, y la
aplicación de diversas medidas para desalentar el uso del transporte
individual en los grandes conglomerados urbanos. En paralelo a los
programas de mejoramiento de la calidad del aire señalados antes,
pueden mencionarse varios proyectos orientados a contribuir a la
solución de problemas de contaminación ambiental en zonas urbanas,
como los libramientos ferroviarios de Monterrey y Guadalajara, la
reubicación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el
Ferrocarril Suburbano de la Zona Metropolitana del Valle de México, y
otros ferrocarriles suburbanos en las principales ciudades del país.
Todos los proyectos de transporte, deben cumplir
estrictamente con la normatividad existente en materia de protección
ambiental. En este sentido, los nuevos proyectos deberán estar
orientados a la aplicación de tecnologías que permitan favorecer e
impulsar la protección al medio ambiente y el equilibrio ecológico.
Así, los proyectos de transportes relacionados con
núcleos urbanos deben atender las siguientes prioridades: impulso al
transporte masivo, consumo eficiente de combustibles, disminución máxima
posible en la generación de ruidos, eliminación de los derrames de
aceites contaminantes del subsuelo, aguas superficiales y mantos freáticos,
reducción de congestionamientos vehiculares por construcción de
pasos a desnivel, apoyo a la eficiente circulación vehicular mediante
el reordenamiento de las unidades de baja densidad de transporte, y
orientación del desarrollo urbano de manera planificada hacia
reservas territoriales para evitar impactos adversos al entorno.
14. Apoyar mecanismos para
preparar e instrumentar planes ambientales locales e iniciativas de la
Agenda Local 21.
Existen avances en la formulación de planes de
desarrollo urbano de centros de población; sin embargo la inclusión
de la dimensión ambiental en los mismos es limitada, ya que el tema
es relativamente reciente dentro de la Administración Pública
Federal. Se detectan problemas tales como la ocupación inadecuada de
reservas territoriales, deforestación, disminución de las zonas de
recarga de acuíferos, etc. Entre los obstáculos destacan la
existencia de intereses creados, así como limitaciones técnicas y
administrativas, y escasez de recursos económicos aplicables a la
gestión ambiental.
La Semarnap publicó en diciembre de 1999 el
documento Agenda 21 Local, Criterios para su construcción en México,
que incluye una metodología para el desarrollo de la Agenda 21, así
como información general sobre las actividades que se llevan a cabo
en nuestro país, para cumplir con dicho compromiso internacional.
Cabe destacar las acciones desarrolladas con los 11 ayuntamientos del
estado de Aguascalientes, en los que se buscó vincular el
planteamiento de la Agenda 21 con los Planes Municipales de
Desarrollo, mediante la realización de varios talleres orientados a
elaborar un diagnóstico y definir proyectos prioritarios, así como a
formular Programas Municipales para el Desarrollo Sustentable.
Asimismo, se han puesto en marcha algunas
iniciativas, programas, estrategias o instrumentos de política
ambiental que contribuyen a la construcción del desarrollo
sustentable. Entre los trabajos impulsados por la Semarnap sobresalen
el ordenamiento ecológico del territorio, instrumento de planeación
dirigido a regular y orientar la mejor localización de las
actividades productivas y los usos del suelo en el territorio; los
Programas de Desarrollo Regional Sustentable (Proders), orientados a
aplicar una política de desarrollo sustentable en regiones,
microrregiones y comunidades rurales prioritarias de México, y la
aplicación en los municipios del país del documento titulado: Agenda
Municipal para la Gestión Ambiental, como instrumento de apoyo al
fortalecimiento de la gestión ambiental local.
La experiencia ha demostrado que es necesario
articular la planeación con el mercado; integrar los ámbitos rurales
y urbanos, y contar con los instrumentos técnicos, administrativos y
financieros adecuados para transitar de manera eficaz y eficiente
hacia el desarrollo sustentable.
CAPÍTULO IV. DESARROLLO ECONÓMICO
15. Fortalecer pequeñas y
micro-industrias, particularmente las desarrolladas por mujeres
Para lograr un crecimiento económico sostenido que
favorezca la creación de empleos en el país y mejore los índices de
bienestar tanto en zonas urbanas como rurales, se ha recurrido al diseño
y ejecución de políticas y acciones de carácter integral, que se
dirigen a la creación y consolidación del empleo, mediante la
participación concertada de los sectores público y privado.
Uno de los factores fundamentales para revertir la
problemática urbana es propiciar un desarrollo económico sostenido
que se traduzca en un crecimiento constante de las oportunidades de
empleo.
Ante la apertura comercial y el esquema global, ha
sido objetivo esencial de la política industrial el fortalecer a la
micro, pequeña y mediana empresa, mediante el apoyo a la capacidad
gerencial, al desarrollo tecnológico, a la inserción eficiente en
las cadenas productivas, al incremento de la productividad, a fin de
consolidar y multiplicar el empleo generado en la micro, pequeña y
mediana industria, sobre bases de eficiencia y competitividad
internacional.
El desarrollo que ha tenido la economía mexicana en
el período 1996-1998 se distingue por una importante recuperación
después de la recesión del año de 1995, en el cual el país sufrió
los impactos de la devaluación de finales de 1994. Después de la caída
del PIB en 1995 de 6.17%, se ha tenido un período de 4 años de
crecimiento por arriba de la tasa de natalidad, con incrementos del
PIB de 5.15% en 1996, 6.78% en 1997 y 4.95% en 1998.
El comportamiento del Distrito Federal, fue similar
al conjunto de la economía, la evolución del PIB registró una caída
en 1995 del 8.58% y crecimientos en 1996 de 4.4%, en 1997 de 6.91% y
en 1998 de 2.96%.
El Distrito Federal concentra aproximadamente el 23%
del PIB nacional, el ingreso per cápita en 1998 fue de $34,465
mientras que para la República Mexicana fue de $13,799 a precios de
1993.
En el ámbito federal y de conformidad con el Plan
Nacional de Desarrollo 1995-2000, la Secretaría de Comercio y Fomento
Industrial (SECOFI), en el marco del Programa de Política Industrial
y Comercio Exterior, publicado en mayo de 1996, ha instrumentado
programas que promueven la creación de micro y pequeñas empresas, y
la elevación de la eficiencia y competitividad de las existentes.
Con el propósito de impulsar un crecimiento económico
sostenido, generar más y mejores empleos y alcanzar los niveles de
bienestar que demanda la sociedad, el Gobierno Federal y los locales
también desarrollaron diversos programas orientados a solventar la
problemática de desempleo y pobreza que se presenta en algunos núcleos
urbanos.
El objetivo de los "Programas en Apoyo a la
Creación de Nuevas Empresas" se enfocaron a informar y orientar
a los microempresarios en los trámites y procesos a seguir para la
conformación de empresas y de esta forma, abrir un abanico de
opciones de decisión, que pueden complementarse con el acceso a los
Programas de "Primer Contacto", que ofreció al usuario,
información clara y precisa en el inicio o desarrollo de un negocio,
y el de "Guías Empresariales" que constituye una
herramienta práctica sobre los pasos a seguir para establecer un
negocio o mejorar su desempeño.
Estas medidas impactaron en el porcentaje de la
población desocupada a nivel nacional, registrando una disminución
apreciable, debido a que en 1995 era de 6.2%, en 1996 fue de 4.3%, en
1997 de 3.3% y en 1998 de 3.0%; para el caso de mujeres los
porcentajes en los mismos años fueron, 7.8%, 5.3%, 4.9% y 4.3%; para
el caso de hombres se aprecian mayores avances, ya que los porcentajes
de desempleo se han reducido para el mismo período en, 5.4%, 3.9%,
2.4% y 2.3%, respectivamente.
En el caso de la Ciudad de México, el porcentaje de
desempleo se ha reducido de igual forma, en virtud de haberse
registrado en 1995 un 7.5%, en 1996 el 7.7%, en 1997 el 5.3% y en 1998
el 4.3%; por lo que se refiere a mujeres, los porcentajes en los
mismos años fueron, 7.8%, 7.9%, 6.6% y 5.0%; para el caso de hombres
se observa una disminución para el mismo período con el siguiente
comportamiento en 7.4%, 7.5%, 4.5% y 3.9% respectivamente.
Las micro, pequeñas y medianas empresas crecieron
en promedio 5.8% anual de 1995 a 1999 y el empleo en este sector se
comportó favorablemente creciendo a un ritmo de 7.9%, el número de
establecimientos creció anualmente en 13.3% y el empleo en 21.3 %.
El comportamiento del empleo informal a nivel
nacional no ha variado apreciablemente en el período de 1995-1997,
debido a que los registros fueron: 30.9, 32.0 y 31.1%; en cuanto a
hombres, los porcentajes han sido de 26.3, 27.9 y 26.4 %,
respectivamente. Los porcentajes de empleo informal de mujeres son más
altos, ubicándose en 40.7, 40.5 y 40.5%, es decir, de cada 5 mujeres
trabajadoras 2 se ubican en el sector informal.
Cabe señalar que en materia de empleo informal aún
falta mucho por hacer para incorporar a este sector como un elemento
fundamental para el desarrollo de nuestras ciudades, y que a la fecha
los trabajadores de este sector cuentan con muchas carencias,
especialmente de capacitación y seguridad social, así como la
dificultad para encauzar e incentivar sus contribuciones al sistema
hacendario.
En cuanto a los programas para fortalecer el
encadenamiento productivo se orientaron a promover el adecuado vínculo
entre los agentes que intervienen en el proceso, la sinergia
resultante benefició a cada eslabón, sobre todo a las micro y pequeñas
empresas; en la materia destacaron, "El Sistema de Información
Empresarial Mexicano (SIEM)", "El Sistema para la
Subcontratación Industrial", "El Programa de Desarrollo de
Proveedores", el "Programa de Desarrollo de Empresas
Integradoras", que tuvieron como objetivo vincular las empresas a
las cadenas productivas.
Los programas específicos para la mujer tomaron
gran relevancia, por lo que la Secretaría de Gobernación coordinó
uno de los planes de acción orientados al desarrollo laboral de la
mujer, que incluyó "El Programa Nacional de la Mujer" en
donde la Organización Internacional del Trabajo participó con
acciones incluidas en uno de sus principales instrumentos denominado
"Plan de Acción Más y Mejores Empleos para las Mujeres",
con el que se contará con las estructuras institucionales y redes de
apoyo para formular, llevar a la práctica, supervisar y evaluar las
políticas de género y de mejorar la cantidad y calidad de los
empleos de las mujeres.
La Secretaria del Trabajo y Previsión Social,
coordinó el "Programa de Calidad Integral y Modernización (CIMO)",
mediante el cual se proporcionó asistencia técnica y apoyos
financieros a programas de capacitación y productividad de las micro,
pequeñas y medianas empresas, a fin de incrementar su productividad
para mantener y aumentar el empleo, desarrollar sus recursos humanos y
mejorar las condiciones de trabajo al tiempo que, con la difusión de
las experiencias, se produjo un efecto multiplicador en otras empresas
con características similares.
16. Promover asociaciones entre
el sector público y privado estimulando oportunidades de empleo
productivo
La SECOFI ha desarrollado diversos programas para
propiciar la asociación entre agentes del sector público y
empresarial para desarrollar fuentes de empleo:
"La Red Nacional de Centros para la
Competitividad Empresarial", proporcionó información y
asistencia tecnológica, financiera, administrativa, de mercadotecnia
y en todos los demás aspectos que requieren las pequeñas empresas
para competir en el mercado nacional e internacional, a través de los
Centros Regionales para la Competitividad Empresarial (CRECE) que
fueron creados para fomentar la competitividad de dichas empresas.
La Agencia de Cooperación Internacional de Japón
(JICA), mediante el "Programa para el Desarrollo de la Industria
Local", otorgó asesoría y capacitación para la creación de
sistemas públicos de servicios tecnológicos, enfocados a apoyar a
las pequeñas y medianas empresas que utilizaron recursos primarios de
su región en procesos de manufactura tradicionales y que produjeron
bienes finales para abastecer principalmente al mercado local.
Los "Programas de Consolidación y
Fortalecimiento" que hicieron énfasis en el incremento a la
calidad y productividad de las empresas para apoyar el reto que
enfrentan ante la apertura del mercado, destacando el papel del
programa "Compite" que ha propiciado el incremento en la
productividad de un conjunto importante de empresas en un 114% en
promedio, mediante la realización de 1510 talleres en las propias
plantas, que representan más de 91,000 horas efectivas, con una
participación de más de 19,700 personas.
El "Programa para Establecer Sistemas de
Aseguramiento de Calidad en Micro, Pequeñas y Medianas Empresas"
y el "Programa de Capacitación y Modernización del Pequeño
Comercio", promovieron una cultura de calidad, a través de
cursos, el primero se materializó en el periodo que se reporta a través
de 200 cursos.
El Sistema de Evaluación de Indicadores de
Competitividad, el Sistema de Autodiagnóstico y el Programa de
Artesanías, funcionaron como una herramienta para que los propios
empresarios conozcan su potencial en el mercado, atendiendo en forma
prioritaria el sector artesanal con el fin de incrementar la aceptación
de sus productos en los mercados nacional e internacional.
En esta materia, cabe señalar que si bien existen
diversas instancias que hacen confluir diversos sectores para el
desarrollo de las ciudades a través de esquemas de planeación
concertada, aún falta trabajo por hacer a fin de implantar a los
niveles requeridos un sistema gerencial a través del cual empresas
privadas desarrollen funciones públicas, especialmente en materia de
desarrollo urbano y desarrollo sustentable. Esto se debe en buena
medida a la carencia de recursos para el funcionamiento de dichas
empresas. El desarrollar asociaciones públicas y privadas se
presentan como un reto para acciones futuras que permitan acercar la
planeación y construcción de las ciudades con un proyecto social y
privado.
CAPITULO V. GOBERNABILIDAD
17. Promover la
descentralización y fortalecer autoridades locales
México ha experimentado en las últimas tres décadas
un proceso de democratización que ha tenido efectos positivos en su
desarrollo. Una de las premisas del Plan Nacional de Desarrollo (PND)
1995-2000 es la descentralización de la vida nacional y el quehacer
gubernamental a lo largo y ancho del país, línea en la que se ha
avanzado en forma decidida, mediante un esquema multisectorial e
interinstitucional en donde se consideran los esfuerzos de todos los
agentes públicos y privados.
En este sentido, se estableció el "Programa
para un Nuevo Federalismo (NF), 1995-2000", el cual considera el
fortalecimiento de la unidad nacional con base en relaciones
intergubernamentales sustentadas en los principios de cooperación y
coordinación, mediante el fortalecimiento de las estructuras,
funciones y responsabilidades a cargo de las instituciones de los tres
niveles de gobierno.
La construcción de un sistema democrático ha
permitido la autonomía, fortaleza y respeto entre los tres ordenes de
gobierno con una clara delimitación de atribuciones, soslaya la
reforma del 23 de diciembre de 1999 al artículo 115 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Esta modificación, sin duda la más profunda en la
historia del país para generar una mayor autonomía de los gobiernos
locales reconociendo al Municipio como un nivel de gobierno, será
ejercida por el Ayuntamiento sin que exista autoridad intermedia entre
éste y el gobierno de la Entidad Federativa, de igual forma se otorga
mayor autonomía en materia de administración y operación de
servicios públicos, se posibilita la coordinación y asociación
entre municipios para el ejercicio de sus funciones y se les faculta
para hacerse cargo en forma directa de los recursos de la hacienda
municipal, proponiendo a las legislaturas estatales, las cuotas y
tarifas aplicables a impuestos, derechos y contribuciones.
Asimismo se faculta al municipio para
responsabilizarse de la planeación de la ocupación y aprovechamiento
de su territorio, elaboración de planes de desarrollo regional,
regularizar la tenencia de la tierra urbana, otorgar licencias y
permisos de construcciones, celebrar convenios de administración y
custodia de zonas federales, entre otros.
Con estas modificaciones, se establece el inicio de
un amplio proceso de descentralización basado en el municipio como célula
de la organización política, y que permite que éstos se puedan
allegar y administrar mayores recursos a través de nuevas fuentes de
ingresos que por muchos años estuvieron manejadas por el gobierno
federal. Este artículo incrementa las facultades municipales en
materia de administración y operación de servicios públicos, entre
los que destacan la seguridad pública, agua potable, tratamiento y
disposición de residuos sólidos, así como aguas residuales.
Cabe destacar que los municipios tienen capacidad
jurídica para adquirir créditos en los términos de diversos
ordenamientos jurídicos así como la autonomía para el manejo de sus
propios recursos sin que esto implique intervención directa de otro
nivel de gobierno, salvo los mecanismos de coordinación establecidos
legalmente con estados y federación.
Es de precisarse que las reglas y montos para la
transferencia de fondos de la federación a estados y municipios deben
ser aprobadas por el congreso nacional antes del 31 de diciembre de
cada año a través del Presupuesto de Egresos de la Federación,
delimitándose las participaciones a estados y municipios. Asimismo,
se firmaron los Convenios de Desarrollo Social, instrumentos que
permitieron fijar la cooperación en términos económicos y de
acciones conjuntas entre estados y federación en temas tan
importantes como son la erradicación de la pobreza, el ordenamiento
territorial y el desarrollo regional y urbano, vivienda, y por
supuesto en la generación y mejoramiento de infraestructura y
servicios básicos.
Asimismo, en el periodo mencionado, se crearon
dentro del presupuesto federal, los ramos 33 y 26, mismos que
permitieron canalizar recursos a estados y municipios para el
desarrollo social, y cuyos recursos para el año 2000 fueron
descentralizados en su totalidad a estados y municipios.
Desde 1996, como parte del impulso al Federalismo,
se estableció que el 65% de los recursos del Ramo 26 se distribuyeran
a través del Fondo de Desarrollo Social Municipal (FDSM) con base en
una fórmula que contempló los indicadores de pobreza de cada entidad
federativa y la asignación de recursos de los estados a los
municipios bajo fórmulas similares. A partir de 1998 dichos recursos
se asignan a través del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura
(FAIS), del Ramo 33, en el caso de los municipios a través del Fondo
para la Infraestructura Social Municipal (FISM), y para los estados
mediante el Fondo para la Infraestructura Social Estatal (FlSE).
En el año 2000, la totalidad de los recursos del
FISM se distribuye conforme a la citada fórmula. Cabe destacar que
desde 1997, la distribución de cada estado a sus municipios se ha
hecho exclusivamente a través de la fórmula, independientemente del
monto total de recursos que recibe el estado. Además, los gobiernos
estatales y municipales, con la participación de la comunidad,
deciden el uso y destino de los recursos del FISM de acuerdo con las
prioridades que establezca la población, sin interferencia del
Gobierno Federal.
El proceso de federalización ha modificado
significativamente los términos en que se distribuye la recaudación
entre el municipio y las entidades federativas impuestos a nivel
nacional. En el 2000, 59 centavos de cada peso de la Recaudación
Federal Participable se canalizarán hacia los estados y municipios a
través de las tres vertientes del Federalismo; lo que contrasta con
1990, cuando se canalizaron 23 centavos por peso.
En noviembre de 1997 el Ejecutivo Federal propuso al
H. Congreso de la Unión, una nueva estrategia para agrupar y
consolidar los esfuerzos de descentralización, la cual fue aprobada a
finales de ese año. Se efectuaron modificaciones a la Ley de
Coordinación Fiscal, cuyo resultado fue la creación de una tercera
vertiente para la federalización del gasto público, y de una nueva
figura para llevarla a cabo, denominada, Aportaciones Federales. En
congruencia con lo anterior, en el Presupuesto de Egresos de 1998 se
determinó la creación del Ramo 32, "Aportaciones Federales para
Entidades y Municipios", el cual quedó integrado por cinco
fondos, agregándose otros dos el siguiente año.
En el caso del Distrito Federal, la elección de
Jefe de Gobierno, de diputados locales y, en el año 2000, de los
jefes delegacionales, implica una transformación profunda del régimen
político. En 1998 fue reformada la Ley Orgánica de la Administración
Pública del Distrito Federal, con lo cual se otorgaron por primera
vez en la historia de la Ciudad, funciones y atribuciones a las
demarcaciones territoriales que antes estaban reservadas para el
gobierno central. En el artículo 112 del Estatuto de Gobierno se prevé
que las delegaciones ejercerán con autonomía su gestión, sus
presupuestos, disponiendo que tendrán competencia dentro de sus
respectivas jurisdicciones en las siguientes materias: gobierno,
administración, asuntos jurídicos, obras, servicios, actividades
sociales, protección civil, seguridad pública, promoción económica,
cultural y deportiva, entre otras.
En febrero de 1996 se formalizó el proceso de
descentralización de la gestión ambiental promovido por la SEMARNAP
iniciada 14 meses antes. Desde entonces, se ha avanzado en las
siguientes acciones:
Las modificaciones a las leyes ambientales,
particularmente a Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección
al Ambiente, de diciembre de 1996, precisan con mayor claridad la
distribución de competencias entre los tres niveles de gobierno.
La definición de una oferta de 38 funciones
ambientales a descentralizar a través de la suscripción de 1,580
acuerdos específicos con los 32 estados del país.
El impulso al desarrollo institucional de los
estados y municipios del país, principalmente mediante la promoción
de una organización más eficaz, la capacitación y la creación de
fondos ambientales. Estas tareas se están realizando con el apoyo del
Banco Mundial, el PNDU y la GTZ alemana.
La articulación de la descentralización con nuevas
formas de planeación regional en los 9 estados que conforman la región
occidente del país.
18. Promover y apoyar la
participación social.
Se ha promovido un proceso amplio de participación
social para que la comunidad participe en la construcción de sus
ciudades a través de la consulta pública e inclusive en procesos
directos de planeación para la consulta de planes y programas de
desarrollo urbano y ejecución de obra pública. Como resultado, en
1999 en la mayoría de las ciudades estratégicas del país, existen
consejos consultivos tanto de desarrollo urbano como de desarrollo
sustentable, mismos que tienen la función de coadyuvar con la
autoridad municipal y estatal en la definición, jerarquización,
seguimiento y control de los procesos de planeación urbana.
Destaca que los planes y programas de desarrollo
urbano tanto en su formulación como en su actualización deben ser
sometidos previamente a su autorización a un proceso amplio de
consulta pública que significa su aprobación por parte de la
sociedad.
Actualmente, la sociedad urbana cuenta con diversos
canales para expresarse, con el fin de proponer, impulsar y orientar
proyectos en materia de construcción estratégica. Destaca el
proyecto privado del Tren Elevado entre la Ciudad de México y el
Estado de México, el cual fue suspendido y sustancialmente modificado
por atención a la opinión pública. En esta materia opera de manera
regular y exitosa el Consejo Consultivo Asesor del Gobierno del
Distrito Federal, mismo que permite una participación amplia de la
sociedad en la planeación y ejecución de diversos proyectos.
En 1998 se aprobó la Ley de Participación
Ciudadana del Distrito Federal, en la que se contemplan nuevos
instrumentos de participación como el plebiscito, la iniciativa
popular y la consulta vecinal, entre otros. Además esta Ley establece
la figura del Comité Vecinal como órgano de representación
ciudadana elegido a través del voto libre y secreto de todos los
ciudadanos, resultando en julio de 1998 la elección de un total de
1,320 comités vecinales en 352 unidades territoriales.
En materia de seguridad pública se creó el Consejo
Consultivo de Seguridad Pública y Procuración de Justicia como órgano
encargado de vigilar el desempeño de las políticas de gobierno en la
materia.
19. Asegurar gobiernos
transparentes auditables y eficientes a nivel local, estatal y
metropolitano.
Por otra parte, el Plan Nacional de Desarrollo
1995-2000, puntualiza la necesidad de luchar frontalmente contra las
causas y efectos de la corrupción, dirigir los mecanismos de medición
y evaluación de la gestión pública y acciones de auditoría a los
resultados e impactos, para lo cual se reformaron las estructuras de
los órganos de control interno y externo de la gestión pública y se
actualizó el marco normativo para la prevención, control y sanción
de los actos de corrupción.
En 1995 se iniciaron los trabajos del Programa de
Modernización de la Administración Pública (PROMAP), obteniendo la
desregulación de funciones y las reformas a los principales
ordenamientos que regulan la operación de la administración pública,
destacando dichas acciones en la Ley Orgánica de la Administración Pública
Federal, Ley Federal de las Entidades Paraestatales, Ley Federal de
Responsabilidades de los Servidores Públicos, Reglamento Interior de
la Secretaría de Contraloría y Desarrollo Administrativo (SECODAM),
con los que se dotó de autonomía a los órganos internos de control
de las dependencias y entidades del Gobierno Federal y los adscribió
directamente a su ámbito de responsabilidad.
A nivel estatal, cada entidad federativa cuenta con
su propia contraloría, misma que actúa de manera autónoma respecto
a las instancias de gobierno. Asimismo, se establecieron en algunos
casos, contralorías sociales que han servido como organismos mediante
los cuales la sociedad evalúa de manera permanente las acciones en
diferentes sectores del gobierno.
Se realizaron modificaciones a los esquemas de
programación y presupuesto por parte de la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público, estableciendo una Nueva Estructura Programática
(NEP), en donde se introducen indicadores estratégicos para evaluar y
mostrar sistemáticamente el costo, la calidad de los programas y
actividades del sector público.
Con estas reformas se reforzó el Sistema Integral
de Control y Evaluación Gubernamental (SICEG), el cual comprende el
seguimiento del ejercicio presupuestal y de las metas de los programas
asignados a las dependencias y entidades.
Asimismo, incluye la fiscalización permanente de
los activos, pasivos, ingresos, costos y erogaciones, mediante la
vinculación de técnicas y procedimientos de auditoria considerando
los indicadores cuantitativos y cualitativos de la gestión, a fin de
verificar los resultados.
El SICEG considera los acuerdos de coordinación que
celebra la SECODAM con los gobiernos estatales y municipales, en los
cuales el gobierno federal participa en la fiscalización, control y
evaluación de la planeación regional, con recursos federales.
La modernización de los mecanismos de control,
evaluación y auditoría en el ámbito nacional, ha mejorado la
probidad y transparencia en el uso de los recursos públicos, con un
enfoque de autocontrol que fortalece las acciones preventivas, el
seguimiento de programas y la evaluación al desempeño.
Para garantizar la transparencia de los recursos públicos,
el Gobierno del Distrito Federal cuenta con su propia Contraloría
General que ejerce su función de manera autónoma. Asimismo, la
Asamblea Legislativa del Distrito Federal creó una Comisión Especial
de Fiscalización encargada de vigilar que no se desvíen recursos públicos.
En materia de recaudación y gastos, el promedio
anual por persona de la recaudación del gobierno local por entidad
federativa muestra aumentos sustanciales, destacando que de 1995 a
1997 el promedio nacional creció en más del 2%. Con relación al
promedio anual por persona de los gastos del gobierno creció de 1995
a 1997 en más del 8%.
CAPITULO VI. COOPERACIÓN INTERNACIONAL
20. Promover la cooperación
internacional y asociaciones entre los sectores público y privado
México recibe cooperación proveniente de países
industrializados y organismos internacionales para proyectos de
ejecución nacional destinados a fortalecer las capacidades internas,
promover la participación social, incorporar tecnología de
vanguardia y coadyuvar al desarrollo social de las regiones y grupos más
vulnerables. Esta cooperación se realiza a través de los
lineamientos de coparticipación y cofinanciamiento, que han generado
la posibilidad de trabajar conjuntamente con países de mayor
desarrollo y organismos internacionales en beneficio de terceros países.
México se ha beneficiado como país receptor de
diversos proyectos y foros internacionales entre los que destaca la
participación de México en la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económico (OCDE), en 1998, en donde la OCDE publicó el
estudio denominado "Desarrollo Regional y Política Estructural
en México", que hizo notar los esfuerzos de México para reducir
las disparidades regionales desde 1996, el establecimiento de nuevas
políticas territoriales para incentivar la redistribución de
recursos y la formación de capital humano con el fin de generar
nuevas formas de actividad económica.
Asimismo, se ha establecido un vínculo para la
cooperación entre la Comisión de Asentamientos Humanos y Obras Públicas
de la Cámara de Diputados y el Servicio de Desarrollo Territorial (SDT)
de la OCDE.
De igual forma, México adoptó proyectos que el
Banco Mundial elaboró y que a la fecha sigue realizando con el fin de
cumplir con la Agenda Hábitat, poniendo énfasis en los dirigidos al
transporte urbano, medio ambiente, servicios e infraestructura.
Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo
(BID) evalúa la factibilidad de diversos proyectos propuestos por
algunos de los 26 países que pertenecen a este, con el fin de cumplir
con la Agenda de Hábitat.
De 1996 al 2000, el "BID" aprobó diversos
proyectos en materia de energía, educación, desarrollo regional y
servicios públicos para su ejecución en México.
México, a través de la STPS, intervino en la
definición de la nueva estrategia de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT), sobre la cooperación técnica que brindará a los
países miembros para un adecuado cumplimiento de los convenios
internacionales en materia laboral.
En el marco de Naciones Unidas, México apoyó la
iniciativa de establecer un grupo de gestión ambiental a fin de
mejorar la coordinación interinstitucional en la esfera del medio
ambiente y los asentamientos humanos (Resolución 53/242 de la AGONU)
en la que se ha destacado la necesidad de velar por el fomento de la
capacidad y asistencia técnica tanto en el fortalecimiento
institucional como en la investigación y seguir la labor en curso
sobre la elaboración de indicadores de sustentabilidad urbana.
Asimismo, en el contexto de los trabajos de la Comisión de Desarrollo
Sustentable se realizó la prueba piloto para identificar los
indicadores de desarrollo sustentable para México, alcanzándose
plenamente este objetivo habiéndose obtenido 113 de un total de 134
indicadores propuestos por la ONU, mismos que se encuentran descritos
en la publicación "Indicadores de Desarrollo Sustentable en México",
producida por el Instituto Nacional de Ecología y el INEGI.
De igual forma, México ha participado en la
iniciativa de la "Carta Mundial sobre el Gobierno Local Autónomo"
que impulsan la Unión Internacional de Autoridades Locales (IULA), la
Federación Mundial de Ciudades Unidas (FMCU) y el programa Hábitat
de la Comisión de Asentamientos Humanos de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU).
En relación con la Cooperación Económica de Asia
Pacífico (APEC), México adoptó en 1997 la Agenda de Cooperación
Sobre Ciudades Sustentables concebida para poner en práctica los
acuerdos establecidos en la conferencia Hábitat II, asumiendo en el
2000 la coordinación del componente ambiental del Comité de
Cooperación Técnica y Económica (ECOTECH), situación que abre un
espacio para fortalecer el tema de la sustentabilidad de las ciudades.
Dentro del programa de cooperación técnica con
APEC, se encuentra también el proyecto "Futuros saludables para
las mega-ciudades de APEC", que tiene como objetivo explorar los
temas que pueden resultar problemáticos o críticos para el futuro de
las megaciudades de la región APEC.
Por otra parte, México se integró al Grupo
Consultivo Internacional sobre Ciudades Sustentables del Consejo de
Cooperación Económica del Pacífico (PECC) en el que se espera
promover la postura nacional sobre los retos de las ciudades mexicanas
en el siglo 21.
Con la OEA también se han promovido diversas
iniciativas sobre educación ambiental en grandes ciudades.
Por otro lado, se efectuó el estudio de desarrollo
para el monitoreo de la calidad de aguas marinas en zonas costeras,
que se desarrolla con la cooperación del gobierno japonés en la
ciudad de Tampico, Tamaulipas, donde se realizan análisis bioquímicos
de aguas costeras y lacustres que padecen la influencia de la
contaminación de aguas residuales de origen urbano, industrial y
hotelero. El estudio tiene un costo de más de dos millones de dólares
y es ejecutado por especialistas japoneses, quienes transfieren
tecnología a la Comisión Nacional del Agua, además de capacitar a
su personal en el Japón y donar equipo e instrumentos de laboratorio
para los análisis bioquímicos.
De igual forma, se llevó a cabo entre los meses de
septiembre y noviembre de 1999, el Megaproyecto Piloto de Acción
Ciudades Ecológicas en el Estado de México, encaminado al desarrollo
urbano y ambiental sostenible de la Zona Metropolitana del Valle de
Toluca.
Por otro lado, se ha colaborado a partir de 1999 con
la Federación Mundial de Ciudades Unidas, que es la contraparte de un
proyecto denominado Programa de Formación Municipal Francia-México
1999, el cual se ejecuta en el marco del Programa de Cooperación Técnica
entre México y Francia. Su objetivo es la profesionalización de
servidores públicos y el desarrollo económico municipal a través de
la capacitación, formación de recursos humanos y misiones de técnicos
mexicanos a Francia. Hasta ahora la participación de las entidades
mexicanas ha sido a través del envío de funcionarios de los
Gobiernos del Distrito Federal y Zacatecas, así como el Instituto
Nacional de Administración Pública (INAP) y el Instituto Nacional de
Desarrollo Social (INDESOL). Se espera que para el año 2000 se cuente
con la participación de los Gobiernos de los Estados de Hidalgo y
Querétaro.
El programa busca promover las acciones de
asistencia técnica de Francia en tres dominios de la vida pública
local:
-
Ingeniería de la formación y profesionalización
de los servidores públicos.
-
Desarrollo e implementación de una función pública
territorial (servicio civil de carrera).
-
Apoyo a los municipios en su rol de promotor
del desarrollo económico local
Por parte de Francia, se tiene colaboración con el
Fondo Francés para el Medio Ambiente, destacando en el periodo que se
reporta, el Programa de Conversión a Gas Natural de Unidades de
Transporte Público de Pasajeros, con el fin de impulsar el uso de
combustibles alternos, se elaboró en coordinación con la embajada de
Francia, una propuesta para recibir una donación por parte de dicho
Fondo encaminada a confinar la conversión de 860 microbuses a gas
natural comprimido por un monto del proyecto de un millón de dólares
Por parte de Alemania, se tiene colaboración con la
Agencia de Cooperación Alemana (GTZ) en dos proyectos:
a) Manejo integral de los
Residuos Peligrosos en el Valle de México, con un monto ejercido de
5 millones de pesos, de los cuales 3,530,000 marcos son aportados
por el gobierno alemán.
b) Mejoramiento de la calidad
del aire en la zona metropolitana. Este proyecto estuvo suspendido
desde 1996; el Gobierno del Distrito Federal lo reactivó iniciando
trabajos a finales de 1999. Adicionalmente se han presentado dos
proyectos, el primero sobre el monitoreo de la calidad del agua y el
segundo en proceso sobre la forestación de la ciudad.
A través de la Secretaría de Relaciones
Exteriores, se solicitó a la Agencia de Cooperación Internacional de
Japón (JICA), contar con asistencia técnica para el actual proyecto
PROAIRE y para el Programa que se aplicará en la siguiente década
con un costo aproximado del estudio de dos millones de dólares,
costeando la "JICA" los servicios de consultores japoneses públicos
y privados, además de donar equipo y herramienta especializada para
el tratamiento de residuos urbanos.
La misma agencia financió el estudio de desarrollo
para el control de la contaminación del aire en la Zona Metropolitana
de la Ciudad de México con una duración de dos años y un costo de
dos millones de dólares.
Fue establecido el Centro Nacional de Investigación
y Capacitación Ambiental (CENICA) mediante un acuerdo tripartito
entre JICA, el Instituto Nacional de Ecología y la Universidad Autónoma
Metropolitana. El CENICA viene a reforzar la infraestructura para el
análisis ambiental particularmente en las materias de calidad del
aire y residuos peligrosos.
Dentro del Programa de Cooperación Técnica México
– Japón, se llevó a cabo un proyecto inscrito en la modalidad
conocida como "recepción de expertos" en materia de redes
de monitoreo en calidad del agua, con la participación de un
consultor japonés que proporcionó sus servicios a la Secretaría de
Medio Ambiente de la Ciudad de México con un costo aproximado de un
millón de dólares.
Con recursos y asistencia de expertos del Gobierno
de Holanda a través del Banco Mundial, en coordinación con el Centro
Nacional de Salud Ambiental, se financia un estudio para la valoración
de la salud y otros beneficios económicos de la gestión del Tercer
Programa de Calidad de la Zona Metropolitana del Valle de México con
un monto de donación de 98 mil dólares.
El Proyecto de Transporte y Administración de la
Calidad del Aire en la Zona Metropolitana del Valle de México (crédito
3543-ME), contratado en 1992 con el Banco Mundial por 220 millones de
dólares, concluyó a fines de 1999. Queda pendiente por concluir, la
categoría correspondiente a la adquisición de equipo para la Red
Automática de Monitoreo Atmosférico (RAMA), con una inversión de
800 mil dólares.
Se encuentra en preparación el PROAIRE 2000-2010
cuyos objetivos reforzarán las acciones realizadas en el PROAIRE
1995-2000 y delinearán nuevos trabajos para continuar reduciendo la
contaminación.
Se prepara el proyecto "Riesgos a la salud por
contaminación atmosférica en la Zona Metropolitana del Valle de México,
costos asociados y percepción social", el cual será
desarrollado por las Secretarías del Medio Ambiente y Salud del
Gobierno del Distrito Federal en coordinación con el Centro Nacional
de Salud Ambiental, el Instituto de la Mujer del Gobierno del Distrito
Federal, Organización Panamericana de la Salud "OPS" y el
Grupo Ecologista GRECO, con un costo de 358 mil dólares, de los
cuales 240 mil aportará el IDRC, 98 mil el Banco Mundial y 20 mil la
OPS.
Por otra parte, el gobierno mexicano lleva a cabo
programas de oferta de cooperación a naciones de menor desarrollo con
las que existen intereses comunes y que pueden beneficiarse de las
capacidades nacionales y las experiencias para afrontar problemas
comunes del desarrollo.
Asimismo, el Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática (INEGI) lleva a cabo acciones de cooperación
internacional desde hace más de 10 años como país donador
principalmente en las siguientes modalidades y en las diversas áreas
de competencia del Instituto:
-
Intercambio de metodologías e información
documental.
-
Realización de pasantías de funcionarios
extranjeros en el instituto.
-
Realización de misiones de asesoría de
funcionarios del INEGI en el extranjero.
-
Capacitación de funcionarios extranjeros en el
INEGI y envío de instructores a instituciones homólogas.
El INEGI, en los últimos años, ha incrementado la
cooperación internacional a través de la asistencia técnica que se
brinda a países de Latinoamérica.
A nivel regional, la Secretaría de Desarrollo
Social (SEDESOL) participa como miembro activo de la Red Social de América
Latina y el Caribe, la cual es un mecanismo regional de cooperación técnica
donde participan 37 instituciones de gobierno de 32 países de la región.
En este sentido, colabora estrechamente con la Organización de los
Estados Americanos y se mantienen contactos con el Banco Mundial, el
Banco Interamericano para el Desarrollo y la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe. La SEDESOL fue electa como presidente del
Comité Coordinador de la Red Social de América Latina y el Caribe
para el período 1998-2000, en ese sentido es responsable de coordinar
las actividades derivadas del Plan de Trabajo 1998-2000 y de
administrar los recursos provenientes del Proyecto OEA.
De 603 proyectos por los que México recibió
cooperación técnica de parte de países industrializados durante
1999, el monto asciende a 60.5 millones de dólares. 231 de ellos se
encuentran en ejecución; 60 están terminados y 312 son propuestas en
cartera, destacando la participación de Japón, Alemania, España,
Francia y los Estados Unidos.
El Sistema de Naciones Unidas cuenta con una cartera
de 229 proyectos, por un monto superior a los 38 millones de dólares,
de los cuales 137 están en ejecución, 25 están concluidos y 67 son
propuestas en cartera, cuyas acciones se efectúan conjuntamente con
PNUD, OIEA, FNUAP, UNICEF, OMS/OPS, ONUDI y FAO, entre otros
organismos, y que benefician directamente a la sociedad mexicana.
De la cooperación anterior, el Gobierno del
Distrito Federal recibió 460,650 dólares y 3,530,000 marcos
alemanes.
México cuenta con una amplia red de afiliación con
asociaciones de autoridades locales, destaca la promoción que han
hecho los miembros de la Cámara de Senadores a la "Carta Mundial
sobre el Gobierno Local Autónomo", que impulsan la Unión
Internacional de Autoridades Locales (IULA), la Federación Mundial de
Ciudades Unidas (FMCU) y el programa Hábitat de la Comisión de
Asentamientos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU).
Asimismo, la Cámara de Diputados ha establecido
contacto con la Comisión en el Grupo Mundial de Parlamentarios para
el Hábitat (GMPH), misma que se ha dado de manera continua desde
1987, fecha de creación de este organismo. El GMPH tiene como uno de
sus principales fines difundir y promover la institucionalización e
implementación legislativa de la Declaración de Estambul sobre los
Asentamientos Humanos. Las actividades del Grupo se promueven a nivel
nacional, subregional, regional y mundial.
A nivel internacional, México promueve entre los países
la transferencia de tecnología, investigación, capacitación,
adiestramiento y asistencia técnica, como complemento a los esfuerzos
de cada nación por ordenar los asentamientos humanos y propiciar el
acceso a una vivienda adecuada.
De igual forma, se coadyuva con los gobiernos
nacionales en la obtención de recursos financieros, crediticios y
asistencia económica para apoyar las acciones e inversiones en
materia de asentamientos humanos, desarrollo urbano y vivienda.
El GMPH se fortalece al Grupo a través de la
coordinación con otras agrupaciones de parlamentarios como la Unión
Interparlamentaria y el Parlamento Latinoamericano.
México ha participado como miembro de la Comisión
en el Grupo Mundial de Parlamentarios para el Hábitat (GMPH), misma
que ha operado de manera continua su creación en el año 1987.
Entre la CAHOP y el Servicio de Desarrollo
Territorial (SDT) de la Organización de Cooperación y Desarrollo
Económico (OCDE), se establecieron vínculos para la cooperación con
los que se intercambiaron puntos de vista e información en materia de
desarrollo territorial, se obtuvo material bibliográfico de
investigaciones de la OCDE sobre el tema, tanto para nuestro país
como para otras naciones y se acordó continuar intercambiando
información, así como recibir apoyo técnico cuando este sea
solicitado.
Con el apoyo de la Red Nacional de Investigación
Urbana (RNIU), se establecieron nexos con académicos e investigadores
de diversas Universidades Latinoamericanas.
En septiembre de 1999, la H. Cámara de Diputados a
través de la Comisión de Asentamientos Humanos y Obras Públicas,
participó en el XXII encuentro de la RNIU, en Tijuana, Baja
California, con la presentación de dos conferencias magistrales
impartidas por los Doctores Peter Brand de la Universidad Nacional de
Colombia y Pedro Pírez de la Universidad de Buenos Aires, Argentina,
ambas en materia de desarrollo urbano.
ACCIONES E INICIATIVAS FUTURAS
Prioridades para el desarrollo de vivienda
Para la política de vivienda del gobierno mexicano
es fundamental dar una mayor cobertura a los programas de vivienda,
dentro de un mercado eficiente, cuya mayor prioridad sea el
mejoramiento de la calidad de vida de los mexicanos, la protección
del medio ambiente, superar la pobreza extrema, la exclusión y el
aislamiento económico y social, proporcionando apoyo suficiente,
colectivo y comunitario a los grupos sociales con mayores desventajas
económicas.
En este sentido, se deben desarrollar las acciones
que permitan contar con indicadores estadísticos para establecer
comparaciones con estándares internacionales, así como detectar fenómenos
que afecten a la oferta y demanda habitacional, entre los que se
encuentran: valor de las viviendas, inicio de la construcción de
viviendas, tiempo de edificación, accesibilidad, tiempos para obtener
una vivienda, número de viviendas adquiridas por una familia, metros
construidos, valor de las operaciones, entre otros.
Por ello, para el caso de México consideramos de
suma importancia enfocar los esfuerzos en los siguientes aspectos:
Accesibilidad al financiamiento de vivienda.
Contribuir al desarrollo de un mercado secundario de hipotecas, con el
propósito de ampliar las fuentes y volumen de financiamiento
habitacional en beneficio de un mayor número de familias,
especialmente de aquellas de menores ingresos; asimismo, fomentar la
bursatilización hipotecaria mediante el establecimiento de un esquema
fiscal adecuado que dé un tratamiento ágil y neutral a estas
operaciones.
Se deberán implementar mecanismos ágiles para el
financiamiento de las constructoras como medida para reducir los
precios de la vivienda a los trabajadores así como generar proyectos
de cofinanciamiento con los gobiernos estatales (poseedores de la
tierra) para el desarrollo de vivienda progresiva.
Desregulación y desgravación en materia de
vivienda. La realización de los trámites necesarios para la
edificación de vivienda, lleva consigo el pago de cuotas y derechos.
Desde el año 1995, el gobierno mexicano, planteó la necesidad de
disminuir los costos indirectos de naturaleza estatal y municipal
asociados con la producción de vivienda de interés social (como son
los gastos de licencias y permisos, honorarios notariales, así como
los impuestos y derechos de naturaleza estatal y municipal), con la
finalidad de estimular su producción y hacer factible la oferta de
vivienda a menores precios. En 1995, el promedio anual fue 4.92% a
nivel nacional, pasando a 3.58 en 1999.
Disponibilidad de suelo habitacional anual. La
tierra urbana con vocación habitacional es un insumo básico que
impacta significativamente en los costos de producción de vivienda y
su disponibilidad permite orientar la inversión de los promotores y
constructores.
En los últimos cinco años, se ha buscado fomentar
la utilización de predios baldíos intraurbanos que cuenten con
servicios de infraestructura y equipamiento y que estén regulados por
los planes parciales de desarrollo, mediante la creación y operación
de bolsas de suelo, a través de la formulación de un inventario de
suelo con aptitud habitacional en el que se capte la oferta de predios
aptos para la construcción de vivienda en todo el territorio
nacional, con el fin de canalizarlos a promotores y constructores
interesados en desarrollar proyectos de vivienda. Por otro lado, el
ordenamiento territorial permitirá ir ajustando y ubicando la demanda
de suelo y vivienda de manera que se promueva el desarrollo y
equilibrio de las regiones.
Se trata de consolidar un mercado integrado de
vivienda en términos de seguridad jurídica y rentabilidad, e
inclusive generar modelos que permitan la inclusión de los
trabajadores no asalariados como derechohabientes de las Instituciones
de vivienda, a través de sus aportaciones personales. El fin último
es elevar la calidad de vida de la población, en virtud de que para
las familias mexicanas su mayor aspiración es poseer una vivienda
propia. Es en este sentido que a México le interesa en primer plano
la sociología de la vivienda.
En materia de manejo de agua se propone actuar
conforme al calendario de acciones que señala el "Programa
Nacional Hidráulico de Gran Visión 2001-2020", que establece
fundamentalmente un manejo efectivo y equilibrado por cuencas hidrológicas
consolidando los Consejos de Cuenca, generando un movimiento ciudadano
por el agua y consolidando los procesos de planeación y
descentralización de funciones a los estados y municipios, así como
un fondo de financiamiento, una instancia de arbitraje y la creación
del Gabinete Hidráulico.
Prioridades para el desarrollo urbano sustentable
Para promover un desarrollo urbano sustentable y
considerando el fenómeno de concentración-dispersión que
caracteriza a México, es de fundamental importancia promover una política
nacional de ordenamiento territorial que integre a todos los actores
sociales, públicos y privados.
Se ha procedido a revisar el actual marco jurídico
nacional en materia de asentamientos humanos y ordenamiento
territorial, proponiéndose una iniciativa de modificaciones a la Ley
General de Asentamientos Humanos en materia de Aprovechamiento
Sustentable del Territorio, misma que deberá ser acompañada por
otras acciones legislativas complementarias, relativas a sentar las
bases para el diseño, aplicación y evaluación de una política de
Estado que permita integrar eficientemente un sistema de planificación
integral de ocupación y aprovechamiento sustentable del territorio.
Algunas de estas acciones estarán orientadas a
actualizar entre otras, a la Ley de Planeación y a hacer las
modificaciones necesarias a la Ley Orgánica de la Administración Pública
Federal.
Es una prioridad continuar y fomentar la política
nacional de ordenamiento territorial para propiciar el desarrollo
equilibrado de las regiones y la organización física del espacio a
través de dos aspectos primordiales: la primera dirigida a la mejor
ubicación de las actividades económicas y sociales con relación al
aprovechamiento racional de los recursos naturales, y la segunda,
relativa a la delimitación de los fines y usos del suelo de acuerdo a
su vocación ecológica y demanda existente.
Con este enfoque se parte de una visión integral
del territorio en la que confluyen diversos sistemas, desde el natural
y económico, hasta el socio-funcional y el político-administrativo.
La interrelación entre estos sistemas da lugar a una forma de vida, y
por supuesto a una manera de conducir el desarrollo en la que se
encuentran estrechamente interrelacionados el medio ambiente, el
desarrollo económico, el urbano y el regional.
Por lo anterior, se deberán promover en el corto
plazo la elaboración de los planes estatales de ordenamiento
territorial y en el mediano y largo, que éstos planes se ejecuten
cabalmente a través de una política integral desarrollada en los
tres niveles de gobierno de manera concurrente.
"Piensa global, actúa local", es una de
las grandes premisas del desarrollo urbano sustentable. En este
sentido, se debe trabajar a efecto de que los gobiernos locales
cuenten con las capacidades y los recursos suficientes para orientar
este desarrollo.
En el marco de la Agenda Local 21 y con la finalidad
de propiciar la sustentabilidad a nivel local, se tienen agendas específicas
para trabajar estos principios a nivel estatal y municipal y se
promueve que en los planes y programas de desarrollo urbano se incluya
como parte medular una visión integral de sustentabilidad que permita
confluir el desarrollo económico y social con el medio ambiente, el
territorio y el desarrollo regional.
Es necesario realizar un proceso de descentralización
gradual y diferenciado, adecuado a las condiciones particulares de
cada estado; Es conveniente una organización en red con el apoyo de
una unidad coordinadora de enlace; un modelo de descentralización no
solamente como un fin sino, principalmente, como un medio para
impulsar un desarrollo regional sustentable; y sobre todo, la
importancia de consolidar instrumentos eficaces, particularmente de
organización de recursos.
Asimismo, es necesario desarrollar criterios e
indicadores específicos de sustentabilidad urbana que permitan
evaluar y dar seguimiento a la ejecución de los planes y programas en
la materia y corregir oportunamente desviaciones.
Zonas Metropolitanas.- En el marco de la creciente
descentralización y autonomía de los gobiernos locales, se deberán
desarrollar y ejecutar estudios, así como mecanismos de coordinación
que permitan una administración más eficiente de los servicios que
ofrecen las zonas metropolitanas impulsando el desarrollo de
herramientas para orientar los procesos de desarrollo metropolitano
con una visión territorial.
Ciudades-región. Se deben establecer mecanismos que
consideren al desarrollo urbano de las ciudades como parte de un
proceso a nivel regional y que generen centros de población más
fuertes y en mejores condiciones de infraestructura y en general de
vida, en un entorno general del desarrollo.
Complementariamente, se debe conformar y operar la
estrategia nacional para promover la sustentabilidad de las ciudades
mexicanas que considere la heterogeneidad de condiciones de desarrollo
de los municipios a través de una Red Mexicana de Ciudades
Sustentables.
Prioridades para la capacidad de infraestructura y
desarrollo institucional
Las ciudades deben ser centros generadores de una
mejor calidad de vida. Esto requiere una mayor calidad, cobertura y
eficiencia en la prestación y generación de servicios. Para lo cual
es necesario propiciar un desarrollo que permita generar mejores
oportunidades, mayores empleos, más inversiones y mayor equidad en el
gasto público. Asimismo, se requiere la participación de diversos
sectores que conjuntamente promuevan un desarrollo en las ciudades.
En este sentido, se buscará fortalecer las
asociaciones entre públicos y privados como una premisa para generar
un desarrollo de las ciudades que incluya de manera directa los
intereses de las sociedades.
Asociaciones entre públicos y privados. Las políticas
internacionales para el desarrollo urbano tienen una tendencia a
generar empresas de carácter privado o social que desarrollen
funciones que en materia urbana habían sido reservadas al Estado. En
México diversas asociaciones han trabajado, fundamentalmente en
materia de renovación de centros históricos, con fondos de carácter
social y privado. Sin embargo, a pesar de que se han promovido
diversas instancias de participación social, aún no se han
concretado mecanismos a través de los cuales se conjunte la inversión
de los sectores público, privado y social a través de un modelo
gerencial de creación de empresas de este tipo.
Industria.- El desarrollo y consolidación de un
sector empresarial basado en las micro, pequeñas y medianas empresas
(MPyME’s) deberá seguir siendo considerado como una prioridad en la
estrategia de desarrollo económico y del desarrollo social del país.
Para ello se propone que la política en materia de
desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas sea considerada
como soporte para la creación de empleos y el crecimiento económico,
a través de:
-
Realizar las modificaciones pertinentes para
que los recursos destinados a la promoción del desarrollo de
las MPyME’s sean considerados como inversión y no como gasto.
-
Promover una instancia de coordinación y
evaluación de los distintos programas de apoyo a las MPyME’s
que aseguren que los recursos destinados a estos programas sean
usados con eficiencia y mesura.
-
Establecer un inventario nacional de programas
de apoyo a la pequeña empresa que permitan evaluar y difundir
los esfuerzos que en esa materia realizan los sectores público,
privado y académico.
-
Establecer los mecanismos que aseguren que a
las MPyME’s se les proporcionen apoyos en materia de
capacitación, tecnología, calidad, información, vinculación,
financiamiento y garantías.
-
Establecer agresivos programas de apoyo para
propiciar el establecimiento de micro, pequeñas y medianas
empresas (MPyME’s) en las zonas de menor desarrollo del país
así como para apoyar la integración de cadenas productivas
prioritarias.
Gasto público e inversión en infraestructura.-
Consolidar la eficiencia en el gasto público y la inversión en
infraestructura, previendo la suficiencia de recursos para la
elaboración y operación de la política de Estado en materia de
ocupación y aprovechamiento del territorio.
Se deberá, asimismo, instruir la elaboración de
planes y programas con estricto apego a una planeación presupuestal e
instrumentación financiera paralela, priorizando la inversión en
infraestructura y fomentando la utilización de esquemas de economía
mixta en la realización de los proyectos.
Prioridades para la cooperación internacional
Zonas metropolitanas.- En este sentido se propone
que ante la creciente metropolización de las ciudades
Latinoamericanas, se establezcan criterios y mecanismos de cooperación
internacional, a nivel regional o supraregional, ya sea mediante el
financiamiento de estudios o de proyectos enfocados a generar una
adecuada coordinación entre niveles de gobierno para generar metrópolis
más eficientes y que sean cada vez mejores centros urbanos.
Se estima que es necesario desarrollar programas de
capacitación e intercambio, así como de financiamiento y apoyo de
proyectos y estudios que permitan establecer la importancia de
esquemas de ordenamiento territorial bajo un enfoque integral y
productivo del territorio que genere centros de población con mejores
condiciones de vida. Para lo anterior, se sugiere difundir políticas
y novedades tecnológicas en la materia, aprovechando de una mejor
manera el entorno regional de los países e inducir por tanto un
impacto directo sobre el medio ambiente y la sustentabilidad como
proceso global.
Asociaciones entre públicos y privados. Ante la
limitada cantidad de recursos que se ha enfrentado en México en este
rubro, se considera pertinente que el Centro Hábitat no sólo
proponga acciones en esta materia, sino que impulse a través de
fondos y apoyos, estudios e inclusive concursos a nivel internacional,
para dotar a estas asociaciones con financiamiento que permita generar
empresas que sean asociaciones que incidan directamente sobre la
creación de infraestructura y el desarrollo de las ciudades.
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